Bruselas. EFE. La OTAN anunció ayer el “exitoso” final de la operación Medusa, ofensiva de dos semanas contra los talibanes en la provincia sureña de Kandahar por tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF).
El comandante supremo para Europa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el general James L. Jones, afirmó en un comunicado que la operación permitió “hacer buenos progresos y tuvo éxito en lo que se refiere a derrotar a las fuerzas opositoras en los alrededores de Pashmul”, un distrito de Kandahar.
En la operación “fueron descubiertos numerosos sistemas de túneles, silos de armas y material para la fabricación de bombas”, lo que redujo amenazas en la provincia, explica la nota.
Medusa, además de permitir que la población local regresara a sus hogares”, ofreció “libertad al Gobierno afgano y a la organizaciones no gubernamentales para operar y garantizó el libre movimiento de la ISAF en el área de Pashmul”, añadió el general.
Las tropas de la ISAF que actuaron en la operación pertenecen a cinco países de la Alianza Atlántica: Canadá, Dinamarca, Holanda, Reino Unido y Estados Unidos.
Desde el inicio de la ofensiva, la ISAF mató a más de quinientos supuestos militantes talibanes, principalmente en las distritos de Panjwai, Pashmul y Zhari, en el sur de la citada provincia.
La acción militar “prueba que la OTAN no eludirá llevar a cabo contundentes acciones, en especial si se dan importantes movimientos insurgentes”, advirtió Jones.
El general afirmó, además, “no dudar” de que los países que integran la ISAF “ofrecerán pruebas tangibles de su intención de favorecer la estabilización y reconstrucción del país”.
La Alianza señala además que mediante la operación, la ISAF ha sido capaz de golpear con dureza a los insurrectos y atender los daños “inevitables” causados.