Un hombre de casi 50 años de edad, que desde el lunes vive con un corazón mecánico, fue puesto ayer nuevamente con respiración asistida y evoluciona "bastante bien", dijeron los médicos que lo operaron.
"Estamos satisfechos con su progreso", aseguró Laman Gray, uno de los cirujanos que implantó el artefacto de plástico y titanio durante una operación de más de siete horas en el hospital Judío de Louisville, Kentucky.
"Ya hemos hecho un trato: él me llevará a pescar y me enseñará a pescar róbalos", agregó el médico, quien espera que el paciente viva más de cuatro semanas.
Robert Dowling, el otro cirujano que encabezó el equipo de la Universidad de Louisville, dijo que no se considera como un retroceso el que se haya puesto al paciente, nuevamente, con una asistencia mecánica para respirar, que se le había retirado el miércoles.
"Está muy débil después de la cirugía, se cansaba y no queríamos que hiciera tanto esfuerzo", explicó. "Lo hicimos por precaución, no como una urgencia, para facilitarle la recuperación".
El paciente, que ya ha sufrido varios ataques cardíacos y tuvo cirugía de desvío coronario hace unos nueve años, padece males renales crónicos y diabetes. Su condición era tan mala que no se le consideró apto para trasplante del corazón, y se esperaba que muriera en unos 30 días.
El aparato implantado, conocido como AbioCor, tiene el tamaño del puño de una mano y funciona con un motor eléctrico que recibe energía de una batería colocada en la cavidad abdominal.
Esa batería, a su vez, recibe la carga de otra batería externa, a través de la piel, sin tubos ni cables.
El paciente "va evolucionando muy bien", agregó Dowling, quien explicó que el paciente puede mover brazos y piernas, y ha podido hablar con sus familiares y con los médicos.
"El AbioCor es un aparato muy inteligente que nos da información sobre la condición del paciente latido por latido", agregó.
"Nuestra esperanza es que viva meses o años", indicó Dowling quien dijo que algunos modelos del AbiCor han funcionado más de un año.
"El paciente debería ser capaz de tener una vida activa y, aunque no podría salir a trotar, podría ir de compras".
Gray dijo que hay probabilidades de que este paciente, cuyo nombre no se ha divulgado, viva más que los 60 días fijados como meta de la cirugía.