El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la coalición procomunista Izquierda Unida (IU), segunda y tercera fuerzas políticas en España, respectivamente, alcanzaron ayer un acuerdo para tratar de derrotar al gobernante Partido Popular (PP) en las elecciones del 12 de marzo.
El acuerdo incluye un programa común de gobierno, un pacto de investidura como presidente del Gobierno del candidato de la lista más votada de la izquierda y la decisión de concurrir de forma conjunta al Senado, explicó el dirigente del IU Alonso Puerta.
En el PSOE, su portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba, expresó la "satisfacción" por el acuerdo en la "causa común de los progresistas" alcanzado con el IU, el cual esperan tenga "efectividad electoral" y "cambie el rumbo" de la política española.
El 24 de enero, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Joaquín Almunia, planteó a Francisco Frutos, candidato del IU y dirigente del Partido Comunista, un acuerdo preelectoral para, en caso de vencer al PP, formar un "gobierno de progreso" en España similar a los existentes en Francia o Alemania.
El PSOE propuso inicialmente a los comunistas que renunciaran a presentar candidaturas en 34 de las 52 circunscripciones en las que nunca obtuvo escaños, y aunque luego redujo esa cifra a 14, la coalición rechazó el planteamiento.
Sin embargo, a pesar de que el PSOE tampoco aceptó ir en esas circunscripciones en coalición con IU, ambas agrupaciones prosiguieron sus contactos hasta la consecución del acuerdo de ayer. Puerta señaló que este pacto no significa que alguno de los dos candidatos, Almunia o Frutos, "desaparezca" sino que "continúa habiendo dos candidatos de la izquierda".
Reacción oficial
Tras hacerse público el acuerdo, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, afirmó que un gobierno del PSOE e IU acabaría "pidiendo excusas" a los ciudadanos por sus iniciativas y tendría que "dar marcha atrás".
A juicio de Rato, el pacto PSOE-IU supondrá "echar el freno" a las políticas del actual Gobierno, que hasta ahora han conseguido reducir el desempleo en España de un 23 por ciento a un 15 por ciento.