El Papa Francisco concluyó el proceso por el cual la prelatura del Opus Dei ya no dependerá directamente de él y se situará a partir de ahora dentro del Dicasterio del Clero que asume así su supervisión, tal y como ya recoge la nueva Constitución Apostólica ‘Praedicate Evangelium’ la cual entró en vigor el pasado 5 de junio.
Para materializar el cambio, el Papa Francisco publicó un Motu proprio (documento de la Iglesia católica emanado directamente del papa) titulado ‘Ad charisma tuendum’ el cual entrará en vigor el 4 de agosto donde el religioso insta a cuidar el carisma del Opus Dei “para promover la acción evangelizadora que cumplen sus miembros” y, de este modo, “difundir la llamada a la santidad en el mundo, a través de la santificación del trabajo y de las ocupaciones familiares y sociales”.
Desde la oficina de comunicación del Opus Dei, este aseguró en un comunicado que el Motu Proprio no introduce directamente modificaciones en el régimen de la Prelatura, “ni en las relaciones de las autoridades de la Prelatura con los obispos”.
El documento papal también señala que el prelado ya no será obispo. Se trata de una iniciativa y decisión de la Santa Sede, en el marco de una reestructuración del gobierno de la Curia, para reforzar -como dice el Motu Proprio- la dimensión carismática del Opus Dei.
La nueva regulación también prevé que el Opus Dei proponga “una adecuación de los Estatutos a las concretas indicaciones del Motu Proprio”.
Por último, el documento papal ‘Ad charisma tuendum’ hace referencia a la existencia de un título de protonotario apostólico supernumerario.
Se trata de una decisión con la que se confiere a la figura del prelado un título honorífico y un tratamiento que, reafirmando la condición secular -que es central en el carisma del Opus Dei-, le une de modo especial al Papa, como parte de la llamada “familia pontificia”.
Se dice “supernumerario”, para distinguirlo de quienes son notarios en la Santa Sede.
Fernando Ocáriz, actual prelado del Opus Dei, quien no es obispo, aseguró haber aceptado “filialmente” la decisión del Papa.
“La voluntad del Papa de subrayar ahora la dimensión carismática de la Obra nos invita a reforzar el ambiente de familia, de cariño y confianza: el prelado ha de ser guía, pero, ante todo, padre”, comunicó.
De este modo, Ocáriz remarcó los frutos de “comunión eclesial que han significado” que sus dos predecesores, Álvaro del Portillo y Javier Echevarría, sí fueran obispos pero ha incidido en que “la ordenación episcopal del prelado no era ni es necesaria para la guía del Opus Dei”.