Jorge Bergoglio cumple este jueves 12 años como papa Francisco desde el hospital, donde permanece internado desde hace casi cuatro semanas. Su frágil estado de salud, aunque fuera de peligro, genera dudas sobre su futuro.
La noche del 12 de marzo, el líder religioso tuvo una noche tranquila, informó el Vaticano.
“El estado clínico del Santo Padre, dentro de la complejidad del cuadro general, se ha mantenido estable. La radiografía de tórax realizada ayer confirmó las mejorías registradas en los días anteriores. El Santo Padre continúa recibiendo oxigenoterapia de alto flujo durante el día y ventilación mecánica no invasiva durante la noche”, indicó la Santa Sede.
En el aniversario de su pontificado, Francisco recibió la Eucaristía, se dedicó a la oración y realizó fisioterapia motriz. Por la tarde, tras seguir los Ejercicios Espirituales de la Curia, continuó con oración, reposo y fisioterapia respiratoria, según informó la vocería del Vaticano.
Las dudas sobre su recuperación aumentan conforme se prolonga su hospitalización en el hospital Gemelli de Roma. ¿Cuándo saldrá? ¿En qué estado? ¿Podrá continuar su misión?
Aunque ya no está en condición crítica, el pontífice de 88 años sigue necesitando asistencia respiratoria con cánula nasal durante el día y mascarilla por las noches.
Su pronóstico dejó de ser reservado el lunes, y una radiografía realizada el martes confirmó las mejorías registradas en días anteriores, según el último parte médico publicado el miércoles.
Se trata de su cuarta hospitalización y la más prolongada desde su elección el 13 de marzo de 2013. Este ingreso supone una pausa en el intenso ritmo que mantuvo hasta ahora, pese a las advertencias de su entorno.
Según los médicos, se requieren al menos dos semanas de recuperación, aunque para Francisco el proceso podría ser más largo debido a su historial médico. A los 21 años le extirparon parte de un pulmón y en los últimos años ha enfrentado varios problemas de salud.
Un futuro incierto
“El futuro del pontificado sigue siendo una incógnita, incluso para el propio Francisco”, sostiene el sacerdote Michel Kubler, exredactor jefe del diario católico La Croix.
El papa argentino, primer latinoamericano en ocupar el cargo, “no sabe cómo será su vida cuando regrese al Vaticano y, sin duda, se reserva la posibilidad de renunciar si no puede continuar”, agrega Kubler.
La reciente convocatoria de un consistorio de cardenales reavivó las especulaciones sobre una posible dimisión, especialmente porque su predecesor, Benedicto XVI, usó este formato para anunciar su renuncia.
Sin embargo, Francisco no ha fijado fechas y en varias ocasiones ha rechazado la idea de abdicar, al considerar que esto no debe convertirse en una “moda”.
Durante su hospitalización, delegó las misas en altos responsables de la Santa Sede, aunque mantuvo algunas actividades administrativas, como la firma de documentos y reuniones con sus colaboradores más cercanos.
No obstante, no ha aparecido en público ni se han publicado imágenes suyas en un período cargado de actividades por el Jubileo, un “año santo” en el que se esperan 30 millones de peregrinos.
Con la Semana Santa y la Pascua acercándose, es difícil imaginar que el papa pueda retomar el ritmo que llevaba hasta ahora.
“El pontificado, tal como lo conocíamos, ha llegado a su fin”, sentencia Kubler, en referencia a los constantes viajes, audiencias y compromisos de Francisco.
Reformas en pausa
La mayor incógnita es si las reformas impulsadas por Francisco en los últimos 12 años continuarán.
Desde su llegada al Vaticano, el pontífice argentino marcó un cambio de estilo con una mayor cercanía y apertura dentro de la Iglesia.
Entre sus principales iniciativas destacan la reestructuración de las finanzas, el impulso de un papel más activo para laicos y mujeres, la descentralización de decisiones, la apertura hacia divorciados vueltos a casar y fieles LGTB, así como su lucha contra los abusos sexuales.
Estas reformas generaron una fuerte oposición interna, que se ha acentuado en los últimos años. Por ejemplo, su aprobación de bendiciones a parejas del mismo sexo en 2023 desató una ola de protestas en África.
“Nos guste o no, cambió muchas cosas, pero aún quedan asuntos pendientes”, señala una fuente vaticana que pidió anonimato.
Su último gran proyecto, el sínodo sobre el futuro de la Iglesia, supuso un cambio significativo al invitar a laicos y mujeres a esta reunión mundial de obispos.
Sin embargo, la discusión sobre la ordenación de mujeres como diaconisas sigue en suspenso, y los temas más sensibles fueron delegados a 10 grupos de trabajo, cuyas conclusiones se presentarán en junio.