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El papa Francisco tuvo “una noche tranquila”, informó este lunes el Vaticano, un día después de que el pontífice, de 88 años, agradeciera a los médicos por sus cuidados tras más de tres semanas de hospitalización.
El líder de casi 1.400 millones de católicos ha mostrado leves signos de mejoría en los últimos días y responde bien al tratamiento contra la neumonía.
“El papa pasó una noche tranquila, está descansando”, indicó un comunicado del Vaticano este lunes 10 de marzo.
La situación permanece estable, con ligeras y graduales mejorías, en un cuadro que, sin embargo, sigue siendo complejo y que impulsa a los médicos a mantener prudentemente el pronóstico reservado.
Este domingo, al mediodía, el pontífice agradeció al personal médico en su mensaje dominical del Ángelus, que por cuarta semana consecutiva envió por escrito en lugar de pronunciarlo desde el Palacio Apostólico en la plaza de San Pedro.
“Hermanos y hermanas, en mi prolongada hospitalización, también yo experimento el esmero en el servicio y la ternura en el cuidado, especialmente por parte de los médicos y de los operadores sanitarios, a quienes doy las gracias de corazón”, escribió.
El papa no ha sido visto en público desde su ingreso, el 14 de febrero, en el hospital Gemelli de Roma, donde continúa recibiendo atención médica.
Los doctores no han especificado cuánto tiempo permanecerá hospitalizado ni el período que tomará su convalecencia. La incertidumbre sobre su salud surge en pleno “Año Santo”, cuando miles de peregrinos llegan a Roma.
Esta hospitalización, la cuarta y más prolongada desde 2021, ha generado preocupación debido a los problemas previos que han debilitado su estado físico en los últimos años, incluidas cirugías en el colon y el abdomen, además de dificultades para caminar.
Su situación, además, plantea dudas sobre su capacidad para seguir desempeñando sus funciones, ya que el derecho canónico no contempla disposiciones en caso de que una enfermedad grave afecte su lucidez.
