Londres. Una investigación periodística internacional basada en la filtración de millones de documentos dejó al descubierto los circuitos mundiales de optimización fiscal y reveló, entre otros hechos, las relaciones de negocios de un ministro estadounidense con el entorno del Kremlin, o las inversiones en Bermudas de la reina de Inglaterra.
Dieciocho meses después de los Panama Papers (Papeles de Panamá), relacionados con fraudes fiscales, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que agrupa a 96 medios de comunicación de 67 países, comenzó a desvelar los Paradise Papers (Papeles del paraíso).
Esas revelaciones fueron consideradas “chocantes” por la Unión Europea. El comisario de Asuntos económicos, Pierre Moscovici, pidió la adopción de una lista negra europea de paraisos fiscales.
La ICIJ se basó en la filtración de 13,5 millones de documentos financieros, procedentes fundamentalmente de un bufete internacional de abogados basado en las Bermudas, Appleby, y obtenidos por el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Documentos de Appleby revelaron que el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, conservó una participación del 31% en el capital de Navigator Holdings, una empresa de transporte marítimo que tiene estrechos vínculos con un oligarca ruso sancionado por Estados Unidos y con un yerno del presidente Vladimir Putin, según el New York Times.
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Uno de los principales clientes de Navigator Holdings es la compañía rusa de gas y productos petroquímicos Sibur. Entre los propietarios de Sibur figura Guennadi Timchenko, un oligarca allegado a Putin, y sancionado por el Tesoro estadounidense tras la invasión de Crimea realizada por Moscú.
“Navigator se limita a fletar barcos” para Sibur, explicó Ross, en declaraciones este lunes a la BBC. “No hay absolutamente nada reprensible” en ello, agregó Ross, quien precisó que ese contrato fue negociado antes de que él integrara el consejo de administración de Navigator. Además, precisó, la propia empresa Sibur no fue objeto de sanciones.
Entre los demás clientes de Navigator Holding figura la petrolera estatal venezolana PDVSA, afectada por sanciones de Washington desde el último verano boreal.
En el Reino Unido, unos 10 millones de libras esterlinas de la reina Isabel II fueron colocados en fondos en las islas Caimán y las Bermudas, según la BBC y The Guardian.
Los fondos colocados de la reina Isabel II fueron generados a través del ducado de Lancaster, dominio privado de la reina y fuente de sus ingresos. “Todas nuestras inversiones son objeto de auditorías y son legítimas”, dijo a la AFP una vocera del Ducado de Lancaster, quien precisó que las inversiones equivalen solamente al 0,3% del valor del ducado.
En Canadá, el magnate canadiense Stephen Bronfman colocó a su vez junto a su padrino Leo Kolber unos 60 millones de dólares en una empresa offshore en las Caimán, según informó el Toronto Star.
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Este amigo del primer ministro Justin Trudeau y encargado de la campaña financiera del gobernante partido Liberal canadiense durante las elecciones de 2015, podría representar una carga para el jefe del gobierno, electo en base a promesas de reducción de las desigualdades y de justicia fiscal.
Los circuitos a los cuales recurren los más ricos y las empresas multinacionales para colocar sus fondos en los paraísos fiscales no son ilegales. Gracias a vacíos o fallos legales, permiten a sus beneficiarios pagar mucho menos impuestos.
El caso del secretario de Comercio estadounidense podría de todas maneras plantear problemas éticos, estimó Richard W. Painter, quien fue director de la oficina de ética durante la presidencia del republicano George W. Bush.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos, en un comunicado enviado a la AFP, afirmó que “el secretario Ross no participó en la decisión de Navigator de hacer negocios con Sibur”, y aseguró que Ross respeta las normas éticas del gobierno.
Desde su inicio, la gestión del presidente Donald Trump se ve afectada por el “affaire ruso”, y por las sospechas de colusión de su equipo de campaña con Moscú.
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En Moscú, políticos rusos minimizaron este lunes los casos revelados por los Papeles del paraíso. Intentan “generar emoción con confusas formulaciones”, según el jefe de la comisión de Exteriores del Consejo de la Federación (cámara alta), Konstantin Kosachev, citado por RIA Novosti.
Esas revelaciones constituyen un “texto fantástico, propio de la fantasmagoría”, ironizó.
La propia empresa Sibur expresó su “sorpresa por la interpretación políticamente acusatoria de algunos medios” al referirse a una “actividad comercial ordinaria”.