Sevilla. Pedro Sánchez anunció que su gobierno intensificará las políticas progresistas frente a una oposición que busca removerlo. Esto tras ser reelegido como secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en un contexto marcado por acusaciones de corrupción en su entorno.
El mandatario, en el poder desde 2018, obtuvo el respaldo del 90% de los delegados durante el 41.º Congreso del PSOE, realizado en Sevilla, Andalucía. Este evento consolidó su liderazgo y permitió ratificar a figuras clave de su equipo, como María Jesús Montero, ministra de Hacienda, y Santos Cerdán, secretario de Organización.
En el discurso de cierre, Sánchez reafirmó su compromiso de acelerar reformas como la creación de una empresa estatal de vivienda y la inclusión del derecho al aborto en la Constitución. También fijó como meta garantizar la victoria socialista en las elecciones generales de 2027.
‘Campañas de desinformación’
“Nos queda mucho por hacer, y mi compromiso es firme. Vamos a trabajar con más fuerza”, declaró Sánchez. Subrayó que, bajo su gestión, España se posicionó como un referente de bienestar, lo que ha intensificado los ataques de la derecha.
Denunció campañas de desinformación dirigidas a él y a su entorno, incluyendo su esposa, Begoña Gómez, y su hermano, David Sánchez, implicados en investigaciones judiciales. También citó a José Luis Ábalos, exministro de Transportes y considerado su mano derecha durante largo tiempo, como parte de los señalados.
El último sobresalto fue la dimisión de Juan Lobato, responsable del partido en Madrid, tras implicar a una consejera de La Moncloa en un caso de filtraciones de documentos judiciales destinados a perjudicar a la presidenta madrileña de derecha.
Críticas desde oposición
Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), calificó al PSOE como un “partido de culto al líder”. Acusó a Sánchez de encabezar un gobierno marcado por la desinformación y la falta de ética.
“Nunca hemos tenido un presidente del Gobierno que mintiese más”, afirmó Feijóo durante un acto en Valladolid. Criticó que Sánchez busque el apoyo ciego de su partido pese a las acusaciones de corrupción que afectan a su entorno.
Feijóo también cuestionó el adelanto del congreso socialista, previsto inicialmente para 2025, considerándolo una estrategia para reforzar la posición de Sánchez frente a las dificultades legislativas y las investigaciones judiciales.
El gobierno enfrenta un panorama legislativo complejo. Pese al apoyo del PSOE y de la plataforma de izquierda radical Sumar, Sánchez necesita asegurar los votos de partidos independentistas catalanes y vascos. Estas alianzas dificultades la aprobación de varias iniciativas clave.
Sánchez, quien llegó al poder en 2018 tras una moción de censura contra el PP por escándalos de corrupción, ocupa la secretaría general del PSOE de manera ininterrumpida desde 2017, aunque también la lideró entre 2014 y 2016.