China y Corea del Sur acordaron ayer cooperar para encontrar una solución a la crisis nuclear norcoreana, pero los observadores dudan de la eficacia de esas gestiones si la presión diplomática se acentúa sobre Pyongyang.
El ministro adjunto surcoreano de Relaciones Exteriores, Lee Tae-shik, y su homólogo chino, Wang Yi, sostuvieron ayer un encuentro en Pekín en el que acordaron que la cuestión sea “resuelta de manera pacífica por el diálogo, y de cooperar para impedir que la situación se agrave más”, dijo Shin Jung-Seung, responsable de la oficina Asia Pacífico de la cancillería surcoreana.
El ministerio chino de Relaciones Exteriores se limitó a declarar que “las dos partes intercambiaron sus puntos de vista sobre la cuestión nuclear norcoreana, que preocupa a ambas partes”.
La inquietud es grande en Corea del Sur, donde el ministro de la Unificación, Jeong Se Hyun, encargado de las relaciones con Corea del Norte, declaró que “la supervivencia del pueblo coreano está en juego”, luego que Pyongyang anunciara el 12 de diciembre la reanudación de su programa nuclear, congelado en 1994.
Seúl enviará hoy, viernes, a Moscú a otro ministro adjunto de Relaciones Exteriores, Kim Hang-Kyung. La semana pasada, el viceministro Lee viajó a Tokio.
Escepticismo
Algunos observadores, sin embargo, son escépticos sobre las posibilidades de China de presionar a Corea del Norte, su aliado tradicional, si esa es su intención.
“Es un ejercicio absurdo que no lleva a ninguna parte”, opinó Lee Dong-bok, un especialista sobre Corea del Norte en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.
El especialista, un exparlamentario surcoreano conocido por su papel en el mejoramiento de las relaciones entre las dos Coreas, considera que China no tiene la misma influencia que en otros tiempos sobre Pyongyang.
“La sombra que se cierne sobre todo el mundo es una guerra en Iraq. La mayoría de las potencias regionales quieren contener la cuestión norcoreana hasta una fecha posterior”, dijo por su parte Alexander Chieh-cheng Huang, un experto sobre China y Corea del Norte del Grupo de Estudios Estratégicos de la Universidad Tamkang, en Taiwán.
El martes, los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) dejaron Corea del Norte, mientras el embajador norcoreano en Rusia declaró que su país “no puede respetar” el Tratado de No Proliferación Nuclear al que su país adhirió en 1985.