Varias organizaciones periodísticas, no obstante, sostuvieron que la cobertura de la guerra de Iraq desde todos los ángulos y perspectivas requiere en ocasiones contactos con insurgentes.
Por ello, pidieron al Pentágono que acuse oficialmente al fotógrafo Bilal Hussein para que pueda defenderse, o que lo libere.
El ejército indicó que Hussein fue capturado en compañía de dos insurgentes. Los militares han detenido con frecuencia en Iraq a los periodistas que llegan con premura al lugar de los atentados, acusándolos de ser alertados de antemano por los guerrilleros.
Hussein, natural de la ciudad iraquí de Faluya, ha trabajado como fotógrafo en Faluya y Ramadi, dos de los centros más virulentos de la insurgencia iraquí.
Hussein fue capturado en Ramadi el 12 de abril de este año y los ejecutivos de AP, que desde hace cinco meses han hecho gestiones entre bastidores en este caso, pidieron públicamente el domingo al Pentágono que lo transfiera a la justicia penal iraquí o lo libere.
El vocero del Pentágono Bryan Whitman indicó que los militares no cambiaron de parecer.
“Todos los elementos recopilados sobre la detención de Hussein indican que tiene una estrecha relación con conocidos insurgentes y que hizo cosas que estaban muy al margen de lo que esperamos haga un periodista”, agregó Whitman, aunque no quiso aportar detalles.