Londres y otras procedencias. El exdictador chileno Augusto Pinochet podría quedar en libertad y ser enviado a su país dentro de pocos días, escapando a un juicio en España bajo cargos de tortura, después que Gran Bretaña dijo que su estado de salud lo incapacita para ser extraditado.
El anuncio, emitido ayer por la Secretaría británica del Interior, causó júbilo entre los partidarios de Pinochet e ira entre aquellos que sufrieron bajo su régimen de mano dura, entre 1973 y 1990.
Esta decisión irrumpe en una campaña electoral, que culminará el próximo domingo, con la segunda y definitiva ronda electoral en Chile, que había olvidado, casi por completo, a Pinochet.
Conclusión médica
De acuerdo con el Ministerio del Interior, "la conclusión inequívoca y unánime de los tres médicos y el consultor neurosicológico es que (...) no está (Pinochet) en la actualidad apto para ir a juicio y no se puede esperar ningún cambio en esa posición".
La dependencia gubernamental dijo que llegó a tal conclusión tras un examen médico al que fue sometido Pinochet el 5 de enero.
La Secretaría del Interior aseguró que la liberación de Pinochet está sujeta a posibles argumentos jurídicos por parte de España, Chile y otras partes interesadas en el plazo de siete días.
Francia, Bélgica y Suiza tienen solicitudes de extradición pendientes.
Los opositores de Pinochet acusaron a Gran Bretaña de permitir que el general escape a la justicia, sus partidarios dijeron que la decisión ayudará a fortalecer la joven democracia chilena.
La Cancillería española declaró que respetará las decisiones del gobierno británico.
Por su parte, el Gobierno chileno, a las puertas de unas elecciones presidenciales el domingo, aplaudió el anuncio.
El comunicado de la Secretaría del Interior no explicó cuál será el próximo paso del Gobierno británico, pero pareció indicar que Pinochet será puesto en libertad y enviado de regreso a su país.
La salud de Pinochet se deterioró principalmente durante los meses de setiembre y octubre, de acuerdo con los exámenes de enero llevados a cabo por un equipo de médicos independientes.
La Secretaría del Interior indicó que, sujeto a argumentos jurídicos, el secretario del Interior, Jack Straw, está "inclinado... a adoptar el punto de vista de que no serviría al propósito de nadie continuar con los procedimientos de extradición" a España.
Según uno de sus allegados, el militar externó su satisfacción por el anuncio, pero la versión no fue confirmada.
El exdictador fue arrestado por la policía británica en octubre de 1998 a solicitud del juez español Baltasar Garzón, quien quiere juzgarlo por violaciones a los derechos humanos cometidas durante los últimos años de su régimen, de 1973 a 1990.
Pinochet ha vivido bajo vigilancia las 24 horas en una mansión de las afueras de Londres y se le ha permitido recibir visitantes, entre ellos a la exprimera ministra británica Margaret Thatcher.
El comunicado
AFP. Londres
Los siguientes son los principales puntos del comunicado del ministro del Interior británico, Jack Straw.
"El ministro fue requerido estos últimos meses por varios trámites relacionados con el estado de salud de Pinochet.
Hasta el pasado mes de octubre, estos informes no parecían sugerir ningún cambio desde que el ministro estudió la cuestión del estado de salud de Pinochet y dio su acuerdo para proseguir el trámite (de extradición), el 14 de abril de 1999.
(...) La Embajada de Chile sometió no obstante un requerimiento el 14 de octubre de 1999 al que agregó informes médicos recientes sobre el senador. Sugerían una reciente y significativa degradación del estado de su salud.
El ministro británico de Interior pidió entonces al senador Pinochet que se sometiera a un examen médico completo realizado por un equipo de doctores nombrados por el ministro con el fin de obtener un informe completo sobre el estado de salud" (de Pinochet).
(...) El examen médico fue efectuado el 5 de enero por un equipo de médicos que el ministro considera de intachable reputación nacional e internacional, sin interés personal alguno en el caso.
El ministro recibió ahora el informe de dicho equipo. El contenido del informe es y permanecerá confidencial, pero la conclusión inequívoca y unánime de los tres médicos y del consultante en neurosicología es que, después de un reciente deterioro del estado de salud del exmilitar ocurrido aparentemente de manera esencial en septiembre y octubre de 1999, este no se encuentra actualmente en estado de ser juzgado, y no se puede esperar ningún cambio al respecto.
En estas circunstancias, el ministro se inclina a estimar, a reserva de los requerimientos que reciba, que no sirve de nada continuar los actuales trámites de extradición y en consecuencia debe decidir no extraditar al senador.