La coalición conservadora seguirá gobernando Japón al salir victoriosa ayer de unas elecciones legislativas marcadas por el ascenso del principal partido de oposición.
Tal y como estaba previsto, el Partido Liberal Demócrata (PLD), que dirige Japón desde el fin de la guerra casi sin interrupción, conservó la mayoría parlamentaria, aunque su hegemonía resultó debilitada del escrutinio, que confirmó que no puede gobernar solo.
La coalición que lidera el PLD estaba a punto de asegurarse la mayoría absoluta con 266 escaños sobre 480 según resultados parciales y previsiones ofrecidas por cadenas de televisión y partidos en las primeras horas de este lunes.
Los resultados definitivos se esperan hoy mismo.
Pese a ello, los tres partidos de la alianza gubernamental, inaugurada en octubre de 1999, sufrieron sin excepción un revés.
El PLD perdía su mayoría con 230 escaños, contra 271 en la antigua asamblea, que comprende 500.
La caída más estrepitosa la sufrió el Komeito, partido apoyado por la poderosa secta Soka Gakkai , con 29 escaños contra 46 en la anterior Dieta (cámara baja del parlamento) y para el Partido Conservador, que sólo conservó 7 de sus 20 escaños, según resultados parciales.
Tres horas después del cierre de los colegios electorales, el primer ministro Yoshiro Mori declaró que "la situación es difícil".
Dirigentes de su partido dieron a entender que el jefe de gobierno no está amenazado por el momento al haberse alcanzado el objetivo mínimo: 229 escaños para el PLD y 254 para la coalición.
Así pues, será Mori en calidad de Primer Ministro el que recibirá a los otros grandes dirigentes del mundo industrializado en la cumbre del G-8 que se celebrará a finales de julio en la isla de Okinawa (sur).
Los analistas consideran que el cambio de Primer Ministro podría tener lugar a finales de verano. "Espero con humildad el juicio de mi partido", declaró Mori, cuyo índice de popularidad se hundió en los sondeos tras una serie de patinazos verbales desde que accedió al poder en abril.
Una situación que probablemente benefició al Partido Demócrata (PDJ), la principal formación de la oposición, que obtuvo 126 escaños contra 95 en la anterior asamblea, según resultados parciales. "Es un gran paso", se felicitó Naoto Kan, su número dos.