Bruselas. El expresidente de Ecuador Rafael Correa afirmó este jueves que la obtención del estatus de refugiado en Bélgica pone de relieve su inocencia ante las denuncias en su contra, y añadió que “a un corrupto no le dan asilo”, en una entrevista con AFP en Bruselas.
Correa, quien recibió el beneficio el 15 abril, destacó que el asilo fue concedido “en el marco de la Convención de Ginebra de 1951 (Sobre Estatuto de Refugiados), que establece taxativamente las razones. A un corrupto no le dan asilo”. Por ello, añadió, “lo simbólico, lo fundamental del asilo, para mí, es que Bélgica y Europa le están diciendo (a Ecuador): ‘Correa es un perseguido político, los corruptos siempre han sido ustedes’”.
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El asilo belga a Correa se conoció en la misma semana en que el presidente de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador firmó un nuevo pedido de extradición del expresidente, ya que el exmandatario fue condenado en el 2020 por cohecho. Para Correa, sin embargo, tanto esa condena como el hostigamiento legal a sus allegados se proponen impedir que retorne a la actividad política en Ecuador.
“No hay Justicia en Ecuador, todo está corrompido, todo está en decadencia, hay una degradación total, y se utilizan todos los proyectos sólo para destruirme. Yo soy el gran peligro para ellos, un peligro para el sistema”, afirmó. La obtención del estatus de asilado en Bélgica torna lejana cualquier posibilidad de que las autoridades decidan entregarlo a Ecuador.
“Siempre me he sentido muy seguro en Bélgica, donde hay un estado de derecho”, apuntó. Con su condición de asilado, dijo Correa, tiene total libertad para viajar, menos a su propio país. “Si retorno a mi país, si pongo un pie ahí, me meten preso y no salgo vivo de la cárcel, no nos engañemos”, añadió.
El exmandatario ecuatoriano, que reside en Bélgica desde el 2017, afirmó que no alimenta expectativas de que las denuncias y procesos en su contra cesen por el momento. “Esto cambiará cuando ganemos las elecciones, que lastimosamente perdimos en el 2021, entre otras cosas (...) porque me impidieron, con estas artimañas, que regrese a mi país”, aseveró.
Al ser consultado sobre si alimentaba expectativas de retornar a la actividad política en su país, Correa optó por la cautela: “Si para ganar las elecciones tengo que estar en el país, tendré que estar. Entonces, habrá que ver cuál es el rol que me depara el destino”, expresó.
El abogado belga Christophe Marchand, por su parte, dijo que no espera que la demanda ecuatoriana de extradición prospere. El pedido “no va a tener ningún éxito. No hay ningún antecedente o precedente de que Bélgica extradite o vaya a empezar un trámite de extradición en contra de una persona que tiene el estatuto de refugiado”, manifestó el principal abogado de Correa.
Las autoridades belgas, dijo Marchand, “ya tienen toda la información, porque es el mismo estado belga el que ha otorgado el estatuto de refugiado. Así que me parece que esta demanda va a morir, muy rápido”.
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