Buenos Aires. El presidente saliente argentino, Alberto Fernández, quien dejará el cargo el 10 de diciembre, abordó la inflación como el motivo central de la derrota electoral del oficialismo ante Javier Milei.
En una entrevista con la agencia Noticias Argentinas (NA), Fernández, sucesor del derechista Mauricio Macri, reflexionó sobre su mandato y cuestionó los datos que indican que más del 40% de los argentinos vive en la pobreza.
“Uno tiene que preguntarse por qué perdimos, y no podemos pensar que perdimos porque la gente está equivocada”, admitió Fernández, destacando el problema inflacionario y la escasez de dólares como factores determinantes en la derrota electoral.
La inflación anual en Argentina se sitúa en el 143%, exacerbada por la fuerte restricción en el acceso a dólares y la emisión monetaria sistemática para cubrir el déficit, alimentando la espiral inflacionaria.
En relación con el dato oficial de pobreza del 40,1%, Fernández expresó su escepticismo: “Creo que está mal medida la pobreza”. Argumentó que no concibe cómo, con un supuesto 40% de pobreza, el país mantuvo una creación de empleo constante durante 37 meses. Fernández cuestionó la metodología de medición de la pobreza a través de la Encuesta Permanente de Hogares, subrayando la supuesta falibilidad de las encuestas.
El presidente evitó críticas directas a la vicepresidenta Cristina Kirchner, aunque disintió de su “forma de hacer política”. Fernández destacó que respeta a Kirchner a pesar de sus diferencias en la forma de abordar la política y reveló que no mantiene conversaciones con ella.
Fernández anunció su participación en la cumbre de mandatarios del Mercosur en Brasil, su último acto internacional, y señaló que asistirá al traspaso de mando a Milei como un gesto democrático, haciendo una referencia indirecta a la ausencia de Kirchner en la asunción de Macri en 2015.
El presidente cerró expresando su deseo de ser recordado como “un hombre de la democracia”.