Ciudad de Guatemala. Alejandro Giammattei se juramentó el martes como el nuevo presidente de Guatemala.
La ceremonia se llevó a cabo tras cinco horas de retraso en el Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias.
Giammattei ingresó acompañado de su hija, Ana Marcela, y de fondo sonó la canción “A mi manera”. Giammattei, de 63 años, ganó la presidencia en agosto acompañado por César Guillermo Castillo como vicepresidente.
Al frente del partido político Vamos Por Una Guatemala Diferente (VAMOS) ofreció mejorar la situación del país, especialmente en las áreas de pobreza y oportunidades.
Este médico conservador opuesto al matrimonio entre personas del mismo sexo y al aborto sucede a Jimmy Morales, un antiguo comediante de televisión que ganó en las urnas en 2015.
El primer tema abordado por Giammattei fue la inversión y la seguridad. Explicó que presentará una iniciativa de ley ante el Congreso para que las pandillas sean declaradas como grupos terroristas.
“La certeza jurídica, la protección de la inversión y la promoción del empleo serán las banderas de nuestro gobierno, pero eso se logrará con seguridad. Ante todos ustedes (el público) le digo al presidente del congreso que presentaré una iniciativa de ley para que las maras y las pandillas sean declaradas como lo que son: grupos terroristas", dijo.
La Prensa Libre de Guatemala, en su edición digital publicó parte del discurso de Giammattei, donde aseguraba que luchará contra los corruptos y la desnutrición infantil.
“Se acabará el despilfarro, la sobrevaloración y las obras inexistentes, el contrabando, la defraudación aduanera y las prácticas “sucias y asquerosas”. “La lucha contra la corrupción va a ser absoluta”, exclamó, al tiempo que anunció una comisión presidencial contra la corrupción”.
“Los niños malnutridos son el gran fracaso de nuestro país”, dijo, antes de afirmar que la niñez será el primer objetivo del Estado, compromiso que asume personalmente hasta acabar con la desnutrición infantil.
Horas antes, Morales dijo que dejaba un país “estable” al agradecer a su equipo tras cuatro años de gobierno en Guatemala.
Morales acudió al Congreso a presentar su último informe y dijo que fue acosado y odiado por sus detractores.
Sin embargo, aseguró, su administración logró que el país se convirtiera en número uno en transparencia y acceso de la información en Centroamérica y que su política de gobierno constó de cinco ejes, siendo el primero la tolerancia cero a la corrupción.
Paradójicamente, la crítica más reiterada a su gestión fue haber entorpecido la lucha anticorrupción y haber favorecido la impunidad.
Morales es rechazado por buena parte de la población. El día de su salida, muchos protestaron con pancartas en varios municipios del país. En éstas lo comparaban con un payaso y, en su mayoría, el reclamo era haber impedido que continuara operando la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un órgano de la ONU que investigaba el flagelo en el país y que lo acusó a él, su hijo y su hermano de estos delitos.
Giammattei será el presidente número 51 de Guatemala y entre otras cosas ha propuesto construir lo que él llama un “Tren Maya”, un vehículo de alta velocidad que conectará todo el país con dos vías, una de mercancías y otra de pasajeros.
La juramentación la encabezó Allan Rodríguez, presidente de la Junta Directiva del Congreso que resultó electo el martes, pues el organismo también se renueva.
Les pido disculpas a todos los asistentes y a la población guatemalteca, motivos ajenos al nuevo Gobierno han afectado el desarrollo de los actos de la toma de posesión. #IniciaElCambio
— Alejandro Giammattei (@DrGiammattei) January 15, 2020
A Giammattei lo acompañaron varios homólogos latinoamericanos, entre ellos Juan Orlando Hernández, de Honduras; Nayib Bukele, de El Salvador; Iván Duque de Colombia, y Lenín Moreno, de Ecuador.
A la investidura también asistió, encabezando la delegación estadounidense, el secretario de comercio Wilbur Ross, quien se reunió previamente con Giammattei.
La embajada de ese país anunció en su cuenta de Twitter que ambos gobiernos firmarán el miércoles un memorando de entendimiento por 1.000 millones de dólares que se invertirán en el sector privado para crear empleos y se enfocarán en Quetzaltenango y el Altiplano del país.
Chad Wolf, secretario interino del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, que participa de la delegación estadounidense, en un mensaje de Twitter felicitó a Giammattei y dijo que su país está comprometido a trabajar con él para continuar con el progreso en temas de seguridad, frenar la migración ilegal y estabilidad en la región.
Uno de los principales retos que Giammattei enfrentará será la implementación del Acuerdo de Cooperación respecto al examen de solicitudes de protección (ACA por sus siglas en inglés), firmado con Estados Unidos en julio.
El documento convirtió a esta nación en un tercer país seguro receptor de migrantes hondureños y salvadoreños devueltos desde Estados Unidos para que tramiten sus solicitudes de asilo aquí.
Varios diputados salientes acusados de corrupción deberán enfrentar a la justicia ahora que ya no tendrán inmunidad parlamentaria.
En su discurso de despedida cargado de nacionalismo y religión, el presidente saliente del Congreso, Álvaro Arzú, dijo que Morales y su vicepresidente Jafeth Cabrera pasarán a la historia como “los gobernantes que defendieron la soberanía de Guatemala".
Morales y Cabrera asumirán como diputados al Parlamento Centroamericano que tiene su cede en el país, sin embargo, decenas de personas protestan frente a la sede contra la toma de posesión de los funcionarios.
El partido del nuevo presidente logró 17 escaños en el Congreso. El martes tomaron posesión los 160 diputados electos, los diputados al Parlamento Centroamericano y los 340 nuevos alcaldes.
Al finalizar su investidura, Giammattei juramentará a sus nuevos ministros, entre ellos al general retirado Edgar Godoy, que ocupará la cartera de Gobernación en lo que sería un endurecimiento en temas de seguridad.
Giammattei sufre de esclerosis múltiple, por lo que utiliza muletas para andar. Se graduó como médico cirujano, ha sido asesor de empresas del sector privado y ha participado cuatro veces como candidato presidencial (2007, 2011, 2015 y 2019).
En 2006 fue director del Sistema Penitenciario. Durante su gestión el Ministerio de Gobernación llevó a cabo una operación conocida como “Pavo Real” para quitar a los presos el control de la Granja Penal de Rehabilitación Pavón.
En la operación miles de policías, militares y civiles armados ingresaron al lugar de madrugada. Durante el operativo varios reos fueron asesinados, por lo que funcionarios, particulares y autoridades fueron detenidos, juzgados y encarcelados, entre ellos el propio Giammattei. Luego de varios meses en prisión y de ser juzgado, fue absuelto de los cargos.