Washington. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viaja el miércoles a México con la esperanza de mostrar avances en la lucha contra la creciente inmigración, uno de los principales dolores de cabeza del presidente Joe Biden para conseguir la reelección en 2024.
La visita del jefe de la diplomacia estadounidense, inusual al realizarse en la semana de Navidad, se programó de forma abrupta, en un momento en que el Partido Republicano presiona a Biden para que adopte medidas contra la migración a cambio de que sus congresistas aprueben nuevas ayudas para Ucrania.
Alrededor de 10.000 migrantes, según autoridades estadounidenses, tratan de entrar sin permiso a diario por la frontera sur, casi el doble que antes de la pandemia.
Washington cerró algunos pasos de la frontera con México para centrar sus esfuerzos en la entrada de migrantes.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, habló telefónicamente la semana pasada sobre este tema con Biden, quien acordó enviar a Blinken, que viajará acompañado por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la funcionaria de migración de la Casa Blanca, Liz Sherwood.
López Obrador dijo el viernes que México "reforzará las medidas" para frenar el flujo de migrantes que llegan a Estados Unidos.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, adelantó que la delegación estadounidense tratará con López Obrador la "necesidad urgente de vías legales y acciones adicionales" en materia de migración.
México acordó tanto con Biden como con su predecesor, el republicano Donald Trump, acoger, al menos temporalmente, a migrantes que tratan de entrar a Estados Unidos.
Trump, favorito a la nominación republicana para enfrentarse a Biden en las presidenciales de noviembre de 2024, hace campaña con un mensaje antiinmigración, al acusar a los extranjeros de "envenenar la sangre" del país, palabras propias de Hitler, señalaron sus críticos.
Los republicanos se niegan a apoyar en el Congreso un nuevo paquete de ayuda financiera a Ucrania si no se toman medidas para frenar la migración.
El gobierno de Biden ha advertido de que sin acuerdo, Ucrania se quedará pronto sin las armas necesarias para defenderse de la invasión rusa.
La propuesta del Gobierno para convencer a los republicanos contempla aumentar en 1.300 los agentes de la Patrulla Fronteriza.
“No existe una varita mágica”
Andrew Rudman, director del Instituto México del Wilson Center, en Washington, cree que Blinken buscará un acuerdo con López Obrador para que tome medidas, como otorgarles permisos de trabajo, y así mantener a migrantes en México.
"El gobierno de Biden quiere demostrar que está haciendo todo lo posible" para frenar la migración, dijo. "Uno de los retos es que todo el mundo quiere una solución a corto plazo para un problema global de larga duración", pero "no existe una varita mágica".
"La mayoría de estas personas migra porque consideran que la vida para ellos será mejor en Estados Unidos", afirmó.
Gran parte de los migrantes proceden de Centroamérica, aunque en los últimos meses ha aumentado el número de venezolanos y haitianos, que huyen de la pobreza y la violencia que asolan sus países.
Una caravana de miles de migrantes partió el domingo desde el sur de México ante la imposibilidad de conseguir un permiso que les permita cruzar el país para llegar a Estados Unidos.
María Alicia Ulloa, una hondureña que forma parte de esta caravana, pidió a los funcionarios estadounidenses y mexicanos que se reúnen el miércoles que encuentren formas de ayudar a los migrantes, ya que la situación en sus países de origen "también es crítica".
Ulloa expresó su temor a que los dos países endurezcan las medidas migratorias, pues eso puede provocar la vuelta a su país, asolado por la delincuencia y el desempleo.
"Emigramos con la esperanza de dar una vida mejor a nuestros hijos, y una vida mejor a los familiares que se quedan atrás".