El asesinato del candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, no deja ninguna duda, por si alguien la tenía, de que Ecuador es un estado tomado por el narcoterrorismo y por lo que algunos comunicadores y analistas consideran también como narcopolítica.
Ese término no es nuevo en la sociedad ecuatoriana. Guillermo Lasso, actual mandatario de esa nación sudamericana, se refirió abiertamente al tema en medio de la tormenta que provoca la violencia y los atentados en zonas como Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo donde grupos criminales se disputan el control de los principales puertos para enviar droga hacia Europa.
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“Existen padrinos de las mafias del narcotráfico” y son “quienes reaccionan en su defensa, tratando de desestabilizar la democracia para intentar volver al poder”, dijo Lasso el pasado mes de diciembre.
Por su parte, el expresidente de Ecuador, Rafael Correa (2007-2017), expresó a RT este jueves que el crimen organizado se infiltró en el Estado.
“El crimen organizado, y ese es el punto crucial, ha infiltrado el Estado, tanto el Gobierno, como el sistema judicial, como política en general y también la fuerza pública”, dijo.
El expresidente ecuatoriano, quien se encuentra bajo refugio en Bélgica, dijo que para él en este crimen “hay vinculaciones con altos oficiales corruptos de la Policía”, debido a diferentes acciones que se dieron en torno al asesinato, aunque aclara que todas las hipótesis deben ser verificadas.
Villavicencio fue un enemigo confeso de Correa. El comunicador se presentó a las elecciones presidenciales programadas para el 20 de agosto con el fin de evitar que el correísmo volviese al poder.
Hace 24 días, esa nación fue sacudida por el asesinato del alcalde de la ciudad costera de Manta, Agustín Intriago, cuando daba un recorrido por una obra el pasado 23 de julio. Ambos crímenes no tienen relación alguna de manera directa, eran líderes de agrupaciones políticas diferentes.
Intriago era el alcalde de una ciudad estratégica para sacar la droga proveniente de Colombia y de Perú. Teniendo claro que las bandas criminales se disputan el control de los puertos para exportar la droga a suelo europeo. Por su parte, Villavicencio fue un periodista que “atacó” de frente a la corrupción y que, desde una curul, mantuvo su lucha contra este flagelo.
La Nación conversó con Oswaldo Landázuri, analista económico ecuatoriano, que conoce bien la sociedad de su país, y explica una serie de factores que giran alrededor de este hecho que fue condenado por la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y por los Estados Unidos.
- ¿El asesinato de Fernando Villavicencio es un intento de sabotear las elecciones en Ecuador?
Yo creo que primero este es el reflejo de lo que ha sido el gobierno de Guillermo Lasso y es, en realidad, el abandono estatal en todas las esferas públicas. Es decir, nos hemos pasado de un extremo del socialismo del siglo XXI en donde el Estado intenta copar todas las actividades del país hacia un extremo libertario de Lasso. El Estado está indefenso viendo cómo pasan las cosas, para que se entienda bien, el país vive en un abandono.
“Primero, es importante que América Latina también analice bien que los extremos probablemente sean un asunto delicado de manejar en este continente que está en desarrollo. Segundo, indudablemente lo que ha sucedido es que ahora se mira al narcoterrorismo dentro de las esferas públicas a todo nivel. Es decir, hoy se ve que hay relaciones de políticos con con el narco, también se mira que las esferas de la Policía, incluso militares y jueces están tomadas y eso hace que al final sea una mezcla de situaciones las que está provocando esta escalada de violencia y que también estará detrás, probablemente, lo que usted comenta, pero también el saldo de cuentas, es lo que es muy usual en estas muertes del narcoterrorismo”.
-¿Qué hace a Ecuador una nación tan apetecible para el crimen organizado?
Lo que ha pasado en los últimos años es que Ecuador se volvió el principal puerto de envío de droga desde el pacífico sur.
“La migración de los grupos terroristas y narcodelictivos se ha dado tanto desde Colombia como de Perú, es decir, hoy, si bien Ecuador no es gran productor de cocaína, ya es productor pero no de los más grandes. “Lo que sí ya es, es que es el principal puerto de salida del pacífico sur, toda la ruta de la droga que viene de Colombia y Perú termina en los puertos de Guayaquil y por eso usted ve que los asesinatos son muchos en los barrios en esta ciudad, la segunda más importante del país, está muy delicado el tema.
“Las pandillas quieren adueñarse de territorios, ese es el primer tema. y el segundo es Esmeraldas, al norte del Ecuador. Desde ahí, desde esos dos puertos, es que salen justamente las noticias que ustedes reciben en el exterior respecto a la violencia, son los puntos que están tomados como el tránsito de la droga que se procesa en Perú y en Colombia y es por eso es que Ecuador se volvió tan apetecido en términos de envío de droga a nivel mundial”.
-¿Ecuador puede retomar la tranquilidad social? ¿Cómo podrían resolver la ola de violencia?
No es fácil, le puedo decir de buena fuente que probablemente sean muchos años los que nos lleve a retomar la tranquilidad que Ecuador tenía antes, peor todavía después de un gobierno tan nefasto como el del presidente Lasso que está terminando de manera anticipada utilizando el mecanismo inédito de la muerte cruzada que fue establecida establecida en la Constitución hecha por Correa en el año 2008. Todo esto que estamos viviendo no es simple y, como le digo, ya muchos expertos en seguridad hablan que pueden ser más de 10 años, más de una década le llevará a Ecuador encontrar otra vez un espacio de tranquilidad.
– Ecuador también vive en medio de una crisis política. ¿Faltan líderes que entiendan que el país está primero ante los intereses personales?
Lo que sí sucede es que por ahora el país no tiene acuerdos mínimos de gobernabilidad y eso es lo que ha hecho más difícil todavía el ponernos de acuerdo respecto a temas que son esenciales, como la seguridad.
“Incluso veo hoy las declaraciones de varios políticos encaminadas a captar los votos de Villavicencio antes de atender una lógica de acuerdo nacional que le permita al país enfrentar unido a este flagelo que es el narco, la narcoguerra.
“Entonces probablemente esto no se va a solucionar en los próximos años mucho más con un presidente que apenas estará año y medio en el poder y a los seis meses le encontraremos ya en campaña una vez más, imagínense usted.
– ¿La clase política no ha entendido que el país se les va de las manos?
Este es un asunto que probablemente requiera una mayoría en la Asamblea y todo lo demás y por ahora no se mira con claridad esto en Ecuador. Entonces, no es simple la respuesta, pero creo que parte de un gran acuerdo nacional, que tiene que ser liderado por una coalición de gente que por ahora no está en en el ojo político todavía, me refiero a ciudadanos que pudieran tomar la batuta en estas conversaciones porque los políticos vienen a menos en el país.
-Hay candidatos cazando votos del candidato asesinado… ¿Ahora vendrá un nuevo presidente por un tiempo de año y medio cierto?
Correcto es así como usted comenta y quizás la situación a la que está llegando Ecuador en este momento es como yo le decía el resultado de este péndulo en Latinoamérica se ha hecho muy evidente y que probablemente vaya captando más y más países en este mismo tema.
”Un ejemplo, claro, ustedes recordarán que con Costa Rica estábamos firmando un acuerdo comercial hace unos hace unos meses, pues el enfoque de Lasso era salir firmar acuerdos comerciales, los firmaba mal y la Corte Constitucional ha observado ese acuerdo y les va a tocar renegociar, pues ahí usted tiene una idea del desenfoque que tenía este gobierno.
”Entonces, ahora aterrizando en esta situación, pues probablemente lo que usted va a tener es un presidente que tendrá muy poco espacio para poder hacer algo de manera estructural y también, en esa línea, lo que puede suceder es que el año y medio del nuevo mandatario también puede significar una tumba política, es decir si ustedes sigue con esta ola de violencia de sicariatos, que el país jamás la había vivido antes, pues lo que puede pasar también es que usted se quema como un político más y la gente sigue desencantada con esta situación y claro, muchos están llamando ya que deberían ser las Fuerzas Armadas las que establezcan un estado de sitio hasta controlar el país”.
– Entonces ahora todo es verdaderamente incierto…
Por ahora, lamentablemente es difícil de predecir lo que Ecuador va a vivir en los próximos meses porque tiene unas tendencias políticas que son muy antagónicas; por un lado el correísmo con el socialismo, por otro lado un exvicepresidente de Moreno y así en esa línea, mucho me temo que los acuerdos van a ser en esa línea tal y como le pasó al presidente Lasso
. - Mientras eso pasa, el crimen organizado sigue ganando terreno…
El crimen organizado ahora da ruedas de prensa. Esto, por ejemplo, usted no se lo puede imaginar en un país soberano en el que existan bandas delictivas dando rueda de prensa llamando a la paz o diciendo lo que se tenga que hacer, eso es lo que está viviendo el país ahora.
“Y usted le tiene a un presidente que al dar condolencias declara el estado de excepción y sale de viaje a ver qué es lo que pasa afuera o firma un acuerdo comercial, así lo haga mal, entonces eso es lo que está viviendo el país ahora en esa línea. Lamentablemente no son buenos los pronósticos respecto al futuro. Y todo esto, porque yo fundamentalmente en el Ecuador soy una persona reconocida por el punto de vista económico, lo que sucede es que le tiene a la economía paralizada es decir, no hay inversión, no hay empleos y realmente todo está trabado y es lo que se siente aquí en Ecuador”.
-Si no hay una economía sólida, las personas van a buscar otras salidas más fáciles, ¿ no?
Usted encuentra niños de 13 años, de 14 años incluso 12 se vuelven sicarios porque no tiene oportunidades de trabajo, se entiende claramente. (...) lo que va a pasar ahora es un sacudón para que todos los candidatos replanteen sus planes de gobierno, muchos incluirán, me imagino, temas de seguridad con mucha más fuerza que antes. Pero insisto sin acuerdos básicos, por ejemplo en la asamblea o en la propia sociedad civil, sindicatos, empresarios, gobierno va a ser difícil que usted encuentre acuerdo con un presidente que va a tener muy poco tiempo y tal vez poco piso político también con una asamblea que podría resultar también muy fraccionada y por lo tanto las decisiones van a ser difíciles de llevar adelante.