Río de Janeiro. El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, dio paso el martes a un superministerio de Economía y a la fusión de los de Agricultura y Medio Ambiente, criticada de inmediato por organizaciones ecologistas.
En discusiones en Río de Janeiro para la formación de su gobierno, que asumirá el 1°. de enero, el exmilitar de ultraderecha recibió una señal positiva del juez anticorrupción Sergio Moro para integrar su gabinete.
En la reunión se decidió crear un superministerio de Economía, bajo el mando del ultraliberal Paulo Guedes, que incluirá las actuales carteras de Hacienda, Planificación e Industria y Comercio Exterior.
Bolsonaro recortará de 29 a 15 el número de ministerios, en el marco de un plan de reducción de gastos del Estado. Guedes llega con un programa de saneamiento de las cuentas públicas y de reducción de la deuda, que incluye privatizaciones y una reforma de las jubilaciones.
Guedes también dijo el lunes que apoya la independencia del Banco Central, con lo que dejó abierta la puerta a la ratificación de su actual presidente.
Esos anuncios agradaron a los mercados: la Bolsa de São Paulo cerró con un alza de 3,69% y el dólar cerró a 3,69 reales, su valor más bajo desde abril.
El próximo jefe de gabinete de Bolsonaro, Onyx Lorenzoni, anunció que también se fusionarían los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, lo que generó agrias críticas contra el devorador avance de la agropecuaria sobre la Amazonía y otros biomas del país más megadiverso del mundo.
“Agricultura y Medio Ambiente estarán en el mismo ministerio, como [estaba planeado] desde el primer momento”, anunció Lorenzoni a la salida del cónclave de Río.
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En la recta final de la campaña, Bolsonaro dio señales de que podría no ejecutar esa fusión, atendiendo a reclamos de sus propios aliados, temerosos de que esa iniciativa genere trabas a las exportaciones brasileñas.
Algo que recordó Greenpeace en un comunicado.
"Los mercados internacionales y los consumidores quieren garantías de que nuestro producto agrícola no esté manchado con la destrucción forestal. Al extinguir el Ministerio de Medio Ambiente, reduciremos el combate a la deforestación, perdiendo competitividad, lo que puede inclusive afectar la generación de empleos", subrayó la organización.
"Estamos inaugurando la era trágica en la cual la protección ambiental es igual a nada. Apenas iniciado, el gobierno de Bolsonaro ya es un retroceso incalculable", tuiteó por su lado la exministra de Medio Ambiente y excandidata presidencial Marina Silva.
Otra bandera de campaña de Bolsonaro, la lucha contra la corrupción, podría verse encarnada por el popular juez anticorrupción Sergio Moro, quien dijo el martes sentirse "honrado" por el interés del mandatario electo en sumarlo a su gobierno.
"En caso de que sea efectuada oportunamente la invitación, será objeto de ponderada discusión y reflexión", afirmó Moro, responsable de la operación Lava Jato y de la condena al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva a 12 años de cárcel.
Lava Jato reveló un enorme esquema de sobornos a políticos para obtener contratos en Petrobras e involucró a centenas de empresarios y de dirigentes de prácticamente todos los partidos.
Bolsonaro fue electo el domingo con 55% de los votos, frente a 45% para Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT).
“El resultado de las urnas es un hecho, pero el proceso que llevó a ese resultado es un proceso que está contaminado de vicios y de fraudes”, dijo la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, en una rueda de prensa en São Paulo.
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La senadora enumeró como ejemplo de distorsión del proceso electoral la prisión de Lula y la impugnación del candidatura presidencial del exmandatario, así como la difusión masiva de noticias falsas vía WhatsApp.
En São Paulo, miles de personas protestaron al final de la tarde –bajo fuerte vigilancia policial– al grito de “aquí está el pueblo sin miedo de luchar”. En una bandera desplegada por los manifestantes se leía “dictadura nunca más”.
Entretanto, el Ministerio Público abrió una investigación contra una diputada del PSL, el partido de Bolsonaro, por haber instado en Facebook a estudiantes a filmar y denunciar a profesores "irritados" por el resultado electoral, que busquen "adoctrinar" a sus alumnos.
Una institución de enseñanza de Minas Gerais presentó por su parte una denuncia contra Bolsonaro por un video en que cita con nombre y apellido a profesores que habrían defendido a los regímenes de Cuba y Corea del Norte, señalándolos de adoctrinar a los alumnos.
En un comunicado, la Fundación Joao Pinheiro, vinculada a ese estado, aseguró que “no puede aceptar que manifestaciones de intransigencia se dirijan contra sus funcionarios de manera irrespetuosa contra la libertad de expresión”.