Brasilia. El presidente brasileño Jair Bolsonaro arengó este miércoles a sus seguidores asegurando que la izquierda no volverá al poder y que las encuestas electorales “mienten”, en una jornada marcada por los festejos del bicentenario de la Independencia.
"Aquí no está la mentirosa DataFolha. Aquí está nuestro DataPueblo", dijo ante miles de seguidores en Brasilia, en referencia a la consultora de opinión pública que atribuye al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva una cómoda ventaja (45% de intención de voto, frente al 32% de Bolsonaro) en las elecciones del 2 de octubre.
Aunque había consignas golpistas entre el público, Bolsonaro habló en tono electoral y más moderado que el 7 de septiembre del año pasado, cuando dijo que “solo Dios” podía sacarlo del poder. En Brasil se libra una “lucha del bien contra el mal”. La izquierda “quiere volver a la escena del crimen. No volverán”, agregó el ultraderechista, refiriéndose a los escándalos de corrupción que sacudieron los gobiernos en el poder entre 2003 y 2016.
“¡Lula, ladrón, su lugar es la prisión!”, bramó la multitud sobre el exmandatario que estuvo preso en el marco de la operación Lava Jato sobre una red de sobornos en la petrolera estatal Petrobras, antes de que sus condenas fueran anuladas.
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Bolsonaro también hizo un guiño a las mujeres, uno de los electorados donde cosecha más rechazo: recomendó a los solteros que se busquen una “princesa”, besó a su esposa Michelle y aludió a su supuesta potencial sexual, lo que celebraron sus seguidores con vítores.
La oposición acusó al presidente de Brasil de “usurpar” los festejos nacionales con fines electoralistas. ”200 años de independencia hoy. El 7 de septiembre debería de ser un día de amor y unión para Brasil. Infelizmente, eso no está pasando. Tengo fe en que Brasil reconquistará su bandera, soberanía y democracia”, tuiteó Lula de Silva.
El acto en Brasilia tuvo lugar después del tradicional desfile militar, en que vehículos blindados, tropas, estudiantes e inclusive tractores y miembros de una iglesia evangélica desfilaron por la Explanada de los Ministerios. Aviones de la fuerza aérea volaron rasante por el centro de Brasilia.
El presidente siguió el desfile en un palco oficial y en ausencia de autoridades como el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) y los jefes de Diputados y del Senado, que habitualmente asisten a la celebración.
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La jornada "puede verse empañada por episodios de violencia, porque la campaña ha sido muy tensa desde el principio", dijo a la AFP Paulo Baia, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Río de Janeiro, especialmente con los cuestionamientos de Bolsonaro a la fiabilidad del voto electrónico vigente en Brasil.
En la tarde todos los focos están puestos en Rio de Janeiro y su playa de Copacabana, uno de los puntos turísticos más emblemáticos de Brasil. Tradicionalmente, el desfile militar en Rio tiene lugar en el centro de la ciudad. Pero el jefe de Estado insistió en que este año los soldados marcharan en el lugar donde suelen tener lugar las manifestaciones bolsonaristas. No habrá blindados, sino buques de guerra en el océano y aviones militares en el cielo, así como demostraciones de paracaidistas.
Miles de bolsonaristas estaban congregados a lo largo de la vía que linda la playa, constató la AFP.
“Es un acto importante para mostrar al mundo que nuestro presidente es amado. Una dictadura de toga, de nuestra Corte, está arruinando el país, completamente omisa al pueblo”, dijo Suely Ferreira, de 64 años, quien llevaba una bandera pidiendo que Bolsonaro accione a las Fuerzas Armadas para destituir a los jueces supremos.
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El STF abrió varias investigaciones contra Bolsonaro, especialmente por difusión de noticias falsas, lo que le ha convertido en uno de los blancos habituales del ultraderechista y sus seguidores más fervientes.
Bolsonaro tiene previsto saludar a una multitud de motociclistas que programaron una procesión a Copacabana, y luego arengará a los manifestantes en una gran plataforma alquilada por pastores aliados de poderosas iglesias evangélicas. Se llevó a cabo una intensa campaña en las redes sociales para reunir al mayor número de manifestantes posible y los ‘youtubers’ bolsonaristas lanzaron llamamientos a donaciones en línea.
Bolsonaro espera “una gran demostración de fuerza para retener a sus votantes, pero también para seducir a otros que están más en el centro”, dijo Baia. El presidente moderó un poco su discurso en las últimas semanas, aunque el sábado llamó “marginal” al juez del STF y presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes.