Santiago. “Somos nuevas generaciones que entran a la política con las manos limpias, el corazón caliente pero con la cabeza fría”, afirmó el candidato de la izquierda a la presidencia de Chile, Gabriel Boric, tras emitir este domingo su voto en la austral ciudad de Punta Arenas.
Con 35 años, la edad mínima para postular a la presidencia chilena, el diputado izquierdista forma parte de la coalición Apruebo Dignidad, que reúne al Frente Amplio –del que forma parte– y el Partido Comunista. Pero en la segunda vuelta, en la que se enfrenta al ultraderechista José Antonio Kast, logró el apoyo de toda la centroizquierda. En caso de ganar, se convertiría en el presidente más joven en la historia de Chile.
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Boric votó en la escuela Patagonia en el populoso barrio Prat, en el este de Punta Arenas, su ciudad natal (a 3.000 km al sur de Santiago), donde mucha gente acudió temprano en la mañana con banderas de la región de Magallanes. En medio de aplausos y gritos, se escuchó insistentemente el grito de: “¡Se siente, se siente, Boric presidente!”.
“Sé que la historia no parte con nosotros y que el país se construye con todos y todas. Espero que esta noche, si ustedes lo tienen a bien, ser el presidente de todos los chilenos y chilenas”, agregó tras votar en medio de decenas de medios de prensa locales y del extranjeros. Frente a los llamados hechos por el comando de Kast a impugnar el resultado de la votación en caso de que ésta sea muy estrecha, Boric aseguró que él acatará el resultado “sea cual sea”.
”Vamos a respetar el resultado sea el que sea, sin instalar mantos de duda”, afirmó. ”Pero vamos a ganar porque tenemos la certeza de hacer un Chile más humano, más digno, más igualitario y a eso vamos a dedicar todos nuestros esfuerzo”, agregó. Más de 15 millones de chilenos están llamados a votar tras una campaña electoral marcada por un tono muy polarizado.
En la primera vuelta, Kast se impuso con el 27,9% de los votos, mientras que Boric obtuvo el 25,7%. Los dos representan opciones en las antípodas ideológicas, mientras el diputado promete un “Estado de bienestar”, el abogado ultraconservador ofrece mantener el modelo neoliberal impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
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