Londres. El primer ministro Boris Johnson llamó este viernes a “cerrar las heridas” del brexit tras recibir carta blanca de los británicos para hacer efectiva una salida de la Unión Europea (UE) que lleva paralizando la política y dividiendo al país desde hace más de tres años.
“Insto a todos, a un lado y otro del debate, a permitir que comiencen a cerrarse las heridas”, dijo en un mensaje a la nación tras haberse reunido con la reina Isabel II en el palacio de Buckingham.
“Llevaremos a cabo (el brexit) a tiempo el 31 de enero”, había dicho eufórico, proclamando un “terremoto” político, después de obtener la mayor victoria conservadora desde 1987 en las elecciones legislativas del jueves.
En el poder desde julio, pero con minoría parlamentaria, Johnson se había arriesgado a convocar comicios anticipados en diciembre, un mes oscuro y frío, poco propicio a atraer a los británicos a las urnas.
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Y la jugada le salió redonda: sumando una tras otra circunscripciones tradicionalmente obreras, su Partido Conservador obtuvo 365 diputados en una Cámara de los Comunes de 650 escaños.
El presidente Donald Trump fue uno de los primeros en felicitarlo por “su gran victoria”. “El Reino Unido y Estados Unidos serán libres ahora para forjar un masivo acuerdo comercial tras el brexit”, tuiteó.
"Muy decepcionados", los opositores del Partido Laborista, encabezados por Jeremy Corbyn, perdieron 59 diputados para quedarse con 203.
Cuotas de poder en Westminster
Composición de la Cámara de los Comunes del Reino tras las elecciones del 12 de diciembre:
FUENTE: AGENCE FRANCE-PRESSE (AFP). || w. s. / LA NACIÓN.
Corbyn anunció que lanzará "una reflexión" interna y no liderará el partido en las próximas elecciones.
Los nacionalistas del Partido Nacioonal escocés (SNP) llegaron en tercera posición con 48 escaños (+13) de los 59 en juego en Escocia, lo que llevó a su líder, Nicola Sturgeon, a redoblar inmediatamente los esfuerzos por conseguir un nuevo referendo sobre la independencia tras el que perdieron en el 2014.
En cuarta posición quedaron, con 11 diputados, los centristas del Partido Liberal Demócrata, cuya líder, Jo Swinson, perdió su banca tras hacer campaña prometiendo revocar el brexit.
‘Brexit’ el 31 de enero
“Esto significa que el brexit se llevará a cabo el 31 de enero”, destacó Tony Travers, profesor de la London School of Economics. “También significa el fin definitivo de la idea de que el brexit podía evitarse”, agregó su colega Sara Hobolt.
El fin de la incertidumbre impulsó la libra esterlina, que se disparaba 2% respecto al dólar. Las principales bolsas europeas también acogieron con euforia la noticia.
Decidido por referendo con 52% de votos en el 2016, el brexit debía tener lugar el pasado marzo. Pero el rechazo de un Parlamento fragmentado al acuerdo de divorcio con Bruselas obligó a aplazarlo tres veces.
Desde hace más de tres años, el tema paraliza la política británica en un ambiente de caos y divide a la sociedad.
Tras presentar su nuevo gobierno, Johnson podrá someter la próxima semana su acuerdo de brexit al Parlamento, aunque previsiblemente no será aprobado hasta enero.
El texto debe también ser ratificado por el Parlamento Europeo, en nombre de los otros 27 países miembros.
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Sus líderes, reunidos en una cumbre en Bruselas, parecían aliviados por la certidumbre que dará este resultado, aunque tras el divorcio habrá aún que negociar la futura relación entre ambas partes y el plazo prometido por Johnson, diciembre del 2020, parece excesivamente ajustado.
Es un objetivo "muy ambicioso", reconoció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declarándose "dispuesta a trabajar" desde el día siguiente al Brexit con miras a una relación "lo más cercana posible".
Boris, el hombre ‘adecuado’
Para los laboristas, que habían prometido transformar el país con un programa muy izquierdista de lucha contra la desigualdad, es la peor de cuatro derrotas consecutivas.
Se debe a “la fatiga del brexit”, afirmó su número dos, John McDonnell. “La gente quiere terminar con esto”.
Lo cierto es que la indefinición de Corbyn le pasó factura: si llegaba al poder prometía enzarzarse en la negociación de un nuevo acuerdo con Bruselas, que mantuviese estrechos vínculos entre ambas partes, y someterlo a otro referendo junto con la posibilidad de permanecer dentro de la UE.
Una estrategia que decepcionó en muchas circunscripciones del norte de Inglaterra, bastiones laboristas, pero que en el 2016 votaron por poner fin a más de 45 años de pertenencia al bloque comunitario.
En una de esas ciudades, Blyth, los electores se congratulaban el viernes.
“Estoy encantado, encantado. Voté a los laboristas toda mi vida. Pero las políticas de Jeremy Corbyn no me gustaban, no confiaba en él, así que he votado conservador”, maniofestó Peter McGough, de 59 años, que tiene un puesto en el mercado.
Otro vendedor, Jack Walker, de 75 años, aseguró: “Esperemos que Johnson pueda sacarnos (de la UE). El hombre no me gusta, pero creo que es el adecuado para hacerlo”.