Brasilia. El Gobierno brasileño repudió este martes el cierre de siete emisoras de radio católicas en Nicaragua y el “uso abusivo de la violencia policial contra líderes religiosos y fieles”, tras la retención de un obispo por las fuerzas de seguridad.
En una nota, el ministerio de Relaciones Exteriores manifestó su “grave preocupación” ante los cierres e instó al Gobierno de Daniel Ortega a restablecer, “sin demora”, el funcionamiento de las emisoras y “el pleno ejercicio de la libertad religiosa”.
LEA MÁS: Defensora de los derechos humanos suplica al Papa que ‘no abandone’ a obispo retenido en Nicaragua
“La medida constituye otro severo golpe al espacio cívico en Nicaragua y viola el derecho a la libertad de religión o credo, así como la libertad de opinión y de expresión”, amplió la nota del Gobierno del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
A inicios de este mes, el obispo nicaragüense, Rolando Álvarez, crítico del Gobierno de Ortega, denunció el cierre de emisoras de su diócesis en la norteña región de Matagalpa, por supuestas irregularidades que el prelado niega.
Álvarez se encuentra confinado desde hace seis días debido a un cerco policial en la casa cural de Matagalpa, donde vive y trabaja. La fuerza acusó a la iglesia de incitar a actos de violencia para “desestabilizar” al país.
Las relaciones entre el Gobierno de Ortega y la iglesia católica nicaragüense se mantienen tensas desde las protestas opositoras del 2018, que dejaron 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Varios templos dieron refugio a manifestantes, por lo que Ortega los consideró sus “cuarteles”. Obispos de la Iglesia católica de América Latina respaldaron a su par de Nicaragua, mientras que el papa Francisco se abstuvo de mencionar el tema en su homilía el último domingo.
La Unión Europea (UE) se manifestó públicamente en contra del cierre “arbitrario” de las emisoras católicas nicaragüenses y repudió la violencia.