Londres. Los legisladores británicos tomaron el lunes una medida para asumir el control sobre el estancado proceso del brexit, estableciendo una serie de votaciones que podrían alterar drásticamente la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
La medida ocurrió después de que la primera ministra, Theresa May, reconoció que el Parlamento rechazaría nuevamente su acuerdo de separación de la Unión Europea si lo hubiera puesto a votación por tercera ocasión.
Con el brexit postergado y sin una fecha de salida establecida, la Cámara de los Comunes votó para asumir el control de la agenda parlamentaria a partir del miércoles, para que los diputados puedan votar sobre alternativas al acuerdo de retiro promovido por May.
Los legisladores que aprobaron la moción del lunes, con una votación 329-302, esperan que las planeadas “votaciones indicativas” reduzcan las opciones a una que pueda garantizar el respaldo mayoritario.
“Ha llegado el momento de que el Parlamento tome el control”, declaró en el inicio del debate el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn. La primera ministra “no puede a la vez admitir que su acuerdo no cuenta con el apoyo necesario e impedir que se encuentre una alternativa que tenga ese apoyo”, agregó
Entre las posibles opciones se incluye un “brexit incompleto” que mantenga estrechos vínculos comerciales con la Unión Europea, o descartar por completo la separación del bloque.
Varios secretarios del gobierno renunciaron a sus puestos para poder aprobar la moción.
El gobierno se opuso a la medida debido a que les otorga a los legisladores control temporal de la agenda parlamentaria, lo cual por lo general es una prerrogativa del gobierno.El gobierno expresó su descontento con la votación y aseguró que “altera la balanza entre nuestras instituciones democráticas y establece un peligroso e impredecible precedente para el futuro”.
Pero también admitió que las nuevas votaciones pueden ser una vía para romper con un estancamiento en torno al brexit que se ha prolongado durante meses.
May expresó que se “involucrará constructivamente” con los resultados del proceso, aunque también se manifestó escéptica de que arroje un resultado decisivo.
Horas antes, la jefa del Gobierno y líder del Partido Conservador reconoció “con gran pesar” que su acuerdo aún carecía de “respaldo suficiente” el lunes para ser aprobado.
Señaló que esperaba sostener una tercera votación sobre su acuerdo durante la semana y aún trabajaba para obtener el respaldo necesario para la aprobación del pacto, que establece los términos de su retiro de la Unión Europea y delinea las relaciones futuras con el bloque.
May advirtió a los opositores de que seguir rechazando el acuerdo que su gobierno negoció el año pasado podría resultar en un proceso que postergue indefinidamente la separación del Reino Unido de la UE.
Fecha imposible
Luego del referendo de junio del 2016 cuando 52% de británicos votó a favor de irse de la UE, el país debía abandonar el bloque este viernes, 29 de marzo.
Pero, después de que los diputados rechazaron el 15 de enero y el 12 de marzo el acuerdo defendido por May, Londres decidió pedir una prórroga a la UE.
Los 27 aceptaron la semana pasada, pero con condiciones: el brexit se aplazará al 22 de mayo si el Parlamento aprueba el acuerdo esta semana, de lo contrario Reino Unido deberá presentar una solución alternativa antes del 12 de abril o se verá abocado a una salida brutal.
Ante esta situación, se esperaba que la primera ministra volviera a someter el texto a los diputados rápidamente, pero el lunes, tras mantener reuniones el fin de semana con los euroescépticos opuestos al texto, reconoció que sigue sin tener el respaldo necesario.
“Tal y como están las cosas, todavía no hay suficiente apoyo en la Cámara para volver a presentar el acuerdo para un tercer voto”, afirmó May ante la Cámara de los Comunes.