San Salvador. Los partidos aliados del presidente Nayib Bukele se perfilaban como los amplios vencedores en las elecciones legislativas y municipales del domingo en El Salvador, según conteos preliminares publicados el lunes, que anuncian un mayor poder para el gobernante.

El partido Nuevas Ideas (NI), que Bukele ayudó a formar y que disputaba una elección por primera vez, junto a la Gran Alianza Nacional (Gana), que lo llevó al poder en el 2019, obtenían juntos mucho más de la mitad de los sufragios para la Asamblea Legislativa, según un escrutinio preliminar del 89,43% de los votos, difundido por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

“Estamos alegres con este gran resultado, contentísimos, como si me hubiera sacado la lotería”, comentó José David Paredes, un trabajador de la construcción de 57 años, simpatizante de Bukele.

El conteo preliminar en tiempo real permite al TSE marcar la cantidad de votos que recibe cada organización política.

El martes se iniciará el escrutinio oficial, el cual determinará cuántos de los 84 escaños del Congreso unicameral le corresponderán a cada partido, dijo una fuente del TSE.

Si lograra una mayoría absoluta (al menos 43 bancas), Bukele podrá incidir en los nombramientos en la Corte Suprema de Justicia, la Contraloría y la Fiscalía, con las cuales ha tenido disputas.

Y si alcanza la mayoría calificada (56 escaños), podrá emprender además reformas de calado, como las constitucionales.

Los nuevos diputados asumirán funciones el 1.° de mayo.

El gobernante, quien celebró su “victoria” en Twitter el domingo, compartió en esa red una encuesta a boca de urna de la firma costarricense Cid Gallup, que asegura que Nuevas Ideas obtuvo el 67% de los votos al Parlamento. No se divulgaron detalles técnicos del sondeo.

“Nuevas Ideas + GANA tendrán más de 60 diputados (...) Gracias al pueblo salvadoreño. Gracias a Dios”, escribió, en un hecho que ningún partido ha conseguido en tres décadas.

Revés para Arena y FMLN

De acuerdo con el conteo del TSE, la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), que ya han sido gobierno y mandaban en el Congreso, serán minoría.

Arena, que gobernó entre 1989 y 2009, sufrió el desgaste de ver encarcelado a dos de sus expresidentes: Francisco Flores (1999-2004, ya fallecido) y Elías Antonio Saca (2004-2009), por haber malversado entre ambos más de $315 millones.

Tanto Arena como el FMLN “no lograron resolver los problemas de corrupción graves”, según Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencias de la Universidad Francisco Gavidia.

“Es un golpe para la izquierda. El pueblo habló y nosotros aceptamos su decisión”, expresó en conferencia de prensa Óscar Ortiz, secretario general del FMLN.

José Fabricio Ortiz, un empleado de 56 años, consideró que la votación es un reconocimiento directo a Bukele, “por todo lo que ha hecho con el país”.

Las fuerzas afines al gobernante también estaban venciendo en más de la mitad de los 262 municipios en disputa.

Bukele tiene en su carta de presentación la lucha contra las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha (MS-13), esta última declarada como banda terrorista por Estados Unidos. El Salvador era considerado hasta el 2019 como uno de los países sin guerra más violentos del mundo, pero Bukele logró bajar la tasa de homicidios.

“Nos espera un escenario muy complicado de crisis que no va a poderse abordar con eficacia si no hay acuerdos de nación”, declaró la investigadora independiente para organismos de Naciones Unidas, Jannet Aguilar.

El gobernante también entregó un bono de $300 y alimentos a familias necesitadas para enfrentar la covid-19, medidas bien recibidas en un país donde la deuda externa alcanza el 90% del producto interno bruto (PIB).

De acuerdo con algunos analistas, los problemas económicos pueden incrementar la migración en busca de mejores oportunidades, uno de los mayores problemas que enfrentan miles de familias centroamericanas.

Atención hacia el futuro

La misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) destacó la “alta participación” de votantes, pero consideró que el proceso electoral se realizó en medio de un contexto de “gran polarización” entre los contendientes por lo que se “mantendrá atenta al avance del cómputo oficial” de los comicios en los próximos días.

Por su parte, el director de la ONG Washington Office on Latin America (WOLA), Geoff Thale, aseguró en un comunicado que “mantener la independencia” de los poderes legislativo y judicial “será un asunto crítico” luego de los comicios.

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Agregó: “El presidente Bukele y sus aliados en la Asamblea no deben abusar de su poder para socavar la independencia de las cortes y otras entidades que protegen el estado de derecho, luchan contra la corrupción y defienden los derechos humanos”.

Para el embajador de la Unión Europea (UE) en El Salvador, Andreu Bassol, “la capacidad de control de las instituciones democráticas deben funcionar con mayorías o con minorías; eso se llama Estado de derecho”.

Con 39 años, el gobernante ha criticado duramente a los partidos tradicionales, a quienes acusa de desasistir a la población y a las víctimas de la guerra civil (1980-1992), al punto de cuestionar los acuerdos de paz.

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Pero sus opositores derrotados lo consideran autoritario y poco respetuoso de las normas democráticas.

El 9 de febrero del 2020, Bukele se hizo acompañar por militares y policías fuertemente armados para ingresar a la Asamblea Legislativa, en medio de la negativa de los congresistas para aprobar un préstamo para un plan de seguridad propuesto por su gobierno.