Washington. Los demócratas lograron este martes una victoria legislativa frente a Donald Trump con el voto en la Cámara de Representantes en contra del uso del estado de emergencia para construir un muro en la frontera con México para luchar contra la inmigración clandestina.
Tras la aprobación en la Cámara por 245 votos –13 de ellos republicanos– frente a 183, le corresponde al Senado pronunciarse en los próximos días.
Pese a que los republicanos cuentan con mayoría en la cámara alta, la iniciativa tiene posibilidades de ser aprobada, en la medida que varios senadores conservadores han expresado su molestia por el uso dado por el gobierno a esta medida de excepción.
Sin embargo, aunque esta iniciativa logre un apoyo en las dos cámaras, en última instancia, chocará con el veto presidencial.
"El gobierno se opone firmemente" a este texto, dijo la Casa Blanca en un comunicado, y agregó que si es aprobado, los asesores de Trump "le recomendarían que lo vete".
En ese caso, la oposición tendría pocas posibilidades de levantar el veto, pues para ello necesitaría una mayoría de dos tercios en el Congreso.
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De todas formas, este escenario representaría un duro golpe para el presidente republicano, ya que lo conminaría a utilizar su primer veto para forzar la aprobación de una de sus decisiones más controvertidas.
El muro fue una de las grandes promesas de campaña de Trump y por ello el 15 de febrero decidió pasar por encima del Congreso y declarar la "emergencia nacional" para acceder a fondos federales.
En el Senado, donde los republicanos controlan 53 de los 100 escaños, la iniciativa necesita una mayoría simple para ser adoptada.
Este martes, el líder de la bancada republicana, Mitch McConnell, reconoció la incertidumbre en sus filas, ya que tres senadores dijeron que se alinearán con los demócratas.
En este escenario, y si los 47 demócratas votan en línea, solo faltaría una voz republicana adicional para aprobar el texto.
Trump, que conserva el apoyo de sus bases, lanzó una advertencia a los senadores republicanos en Twitter y los instó a "no caer en las trampas de los demócratas".
"Espero que nuestros fabulosos senadores republicanos no se dejen llevar por el camino de una débil e inefectiva seguridad fronteriza", advirtió Trump el lunes.
La medida de excepción introducida por Trump tiene como objetivo desbloquear los fondos para erigir un muro en la frontera con México, que según el mandatario frenará la inmigración ilegal, luego que el Congreso le negara los $5.700 millones que requería para su construcción.
La insistencia de Trump para que el Congreso le aprobara esos fondos llevó a un cierre parcial del gobierno federal durante 35 días en diciembre y enero.
Finalmente, y antes de que venciera el plazo dado por el mandatario para alcanzar un nuevo acuerdo, demócratas y republicanos pactaron un presupuesto que otorga casi $1.400 millones para construir vallados y barreras en la frontera.
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Trump accedió a promulgar esa ley de presupuesto para evitar una nuevo shutdown del gobierno, pero paralelamente declaró la “emergencia nacional”.
Según la Casa Blanca, el presidente podrá también desbloquear fondos federales –fundamentalmente destinados al Pentágono– para alcanzar un total de $8.000 millones.
Esta estrategia enfrenta una dura batalla judicial ya que 16 estados presentaron una demanda el 18 de febrero ante un tribunal federal en California.
Además en tres cartas abiertas, una veintena de exlegisladores republicanos, unos 60 exfuncionarios de todas las áreas, al menos media docena de ellos que fungieron bajo otros expresidentes republicanos, así como la poderosa organización defensora de los derechos civiles ACLU, denunciaron el lunes el uso dado a la "emergencia nacional".
Varios presidente estadounidense han utilizando la figura legal de declarar “emergencia nacional”, pero en circunstancias muy precisas, como cuando el republicano George W. Bush invocó este procedimiento tras los ataques del 11 de setiembre en el 2001 o cuando el demócrata Barack Obama la uso durante la epidemia de H1N1.