Ecuador se encuentra bajo un estado de excepción debido a una ola de violencia a causa del narcotráfico. El presidente Guillermo Lasso decretó la medida el 18 de octubre, y desde entonces, los militares patrullan las calles junto a la Policía para luchar contra la delincuencia común. El punto de inflexión fue el asesinato de Sebastián, un niño de 11 años que murió en una heladería, abatido de cuatro disparos en el fuego cruzado entre un oficial y un ladrón.
En ese entonces, el mandatario alegó que el país enfrentaba una “grave conmoción interna” y atribuyó la criminalidad al tráfico de drogas. “Hay que acabar con la violencia que le arrebató la vida a Sebastián y antes a otros ecuatorianos”, justificó el jefe de Estado en un video difundido en redes sociales. Los enfrentamientos entre bandas rivales vinculadas al narco también llegaron a las cárceles, donde Lasso decretó un estado de emergencia tras un motín que dejó como saldo 118 reos muertos.
El canciller ecuatoriano Mauricio Montalvo afirma que Ecuador se convirtió en un foco del narcotráfico debido a su posición geográfica. Además, atribuye la problemática a una falla en los procesos de control para la detección de drogas. En una entrevista concedida a este diario, el jerarca profundiza sobre la crisis de inseguridad, y también se refiere a la política migratoria que impulsa el Gobierno.
— ¿Por qué se ha agudizado la violencia en Ecuador a niveles inéditos?
— La situación que se ha presentado en Ecuador es de suma preocupación y es lo que motivó al presidente Guillermo Lasso a adoptar un estado de emergencia, precisamente para atacar y afrontar la ola delictiva que se ha desatado en el país.
“Los hechos responden a una penetración muy fuerte de carteles internacionales y a una delincuencia organizada muy vinculada a ellos. Ecuador era un país relativamente al margen del circuito internacional de drogas, pues se trataba apenas de una estación de tránsito, pero lamentablemente se ha convertido en un espacio donde hay mucha concentración de los efectos letales que tiene el narcotráfico.
“Esta situación no solo ha afectado a los ciudadanos, sino que desató también un conflicto interno dentro de las cárceles que ha sido el otro factor que causó conmoción en el país. Como sociedad, estamos bastante afectados por la ola de criminalidad que se ha generado en el país, pero confiamos en que las medidas tomadas irán dando sus resultados y frutos”.
— ¿Y cómo evalúan esos resultados hasta ahora?
— “Hay más ejercicios de control, de investigación y de acudir a los sitios en los cuales se registran mayores indicios de criminalidad. Es un esfuerzo conjunto que se ha desarrollado con la Fuerza Pública y que ha sido bien recibido por la sociedad ecuatoriana, porque son muestras de que hay por lo menos un poco más de cuidado. La gente siente que hay fuerzas del orden que intervienen y participan en estas actividades”.
— ¿A qué se debe que Ecuador pasara de ser un país de tránsito de drogas a un país de producción y almacenamiento, además donde se llevan a cabo luchas de narcotráfico muy fuertes desde las cárceles?
— “Tiene que ver con la posición geográfica. Ecuador ha estado presente en los últimos 20 años en la lista que publica anualmente el gobierno de Estados Unidos sobre países productores o de tránsito de drogas, porque siempre ha sido considerado un país de tránsito debido a la proximidad con Colombia y Perú, que son países esencialmente productores. Sin embargo, en los últimos tiempos hubo un descuido en el control para detectar el trasiego de droga, ya que no existían radares y tampoco había control aéreo. Eso es lo que ha causado este crecimiento y, sin duda también, que los carteles internacionales estén más presentes”.
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— ¿Se puede decir que las cárceles ya están bajo control?
— Bueno, es un proceso largo. Hay una serie de requerimientos y un marco legal al cual hay que someterse, porque el hecho de que usted esté en un estado de emergencia no quiere decir que usted no va a dar cumplimiento a las normas.
“Hay ciertas limitaciones con determinadas situaciones que se van presentando. Las acciones que está tomando la Fuerza Pública sobre el trabajo conjunto entre la Policía y miembros de las Fuerzas Armadas es dentro de un marco legal. No es una tarea fácil, pero existe la determinación del gobierno nacional y de las autoridades ecuatorianas de responder a la situación tan alarmante que se ha presentado”.
— En materia de migración, ¿cuáles son las políticas que va a impulsar el gobierno de Guillermo Lasso?
— Ecuador es un país receptor de migración, sobre todo de venezolanos y colombianos, y se ha tornado también un país de tránsito de poblaciones haitianas, las cuales vienen de otras naciones, cruzan, y se desplazan por el continente. Ecuador trata de dar la respuesta más adecuada, efectiva, más oportuna y eficaz, que vaya en servicio de la gente. Los haitianos ingresan por la parte oriental, es decir, por la parte amazónica desde Perú. Como su paso es temporal, ellos pueden quedarse hasta 90 días en el territorio nacional.
“En cuanto a la recepción, hay muchos venezolanos. Desde que el presidente Lasso asumió el cargo, propuso un plan de regularización, en el que se ha avanzado y ya existe un marco legal para su implementación.
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“Se ha conseguido financiamiento externo y la asistencia técnica de los organismos de Naciones Unidas. Asimismo, se espera avanzar en este proceso que es integral, es decir, no es únicamente el regularizar la situación de una persona en un país, sino dotarle de un esquema que sea holístico, en el sentido de que se atiende la situación particular de los venezolanos, pero también responde a las expectativas que ellos tienen de las sociedades de acogida. Apostamos por una migración que sea regular, ordenada y segura”.
— Al ser un tema regional, ¿se ha dado algún tipo de coordinación entre los países suramericanos?
— “Sí, hemos tenido algunas reuniones a nivel regional. Una fue de manera virtual, convocada por Panamá, en la que participamos y ya se adelantaron algunos criterios para uniformar procedimientos, así como estadísticas y luego hubo un encuentro reciente en Colombia, donde volvimos a realizar el compromiso para trabajar conjuntamente. Recientemente, Canadá también convocó una reunión para buscar financiamiento para los migrantes venezolanos”.