Tegucigalpa. La candidata izquierdista Xiomara Castro, del partido Libertad y Refundación, aventaja a su contrincante oficialista en los primeros resultados preliminares anunciados la noche del domingo por el Consejo Nacional Electoral (CNE), de Honduras.De mantenerse la tendencia, ella se convertiría en la primera mujer en la historia en ganar la presidencia de Honduras.
Con un 16% de las actas transmitidas, el CNE anunció en conferencia de prensa a las 8.45 p. m. que Castro obtiene el 53,44% de los votos. Su contrincante, el oficialista Nasry Asfura Zablah aparece en segundo lugar, con un 34% de los sufragios.
“Ningún candidata o candidato se puede declarar ganador hasta que se procese la última acta”, dijo el presidente del CNE, Kelvin Aguirre, en conferencia de prensa, pese a que en Tegucigalpa se escuchaban fuegos artificiales.
Para ese momento se habían procesado menos de 580.000 votos, de los cuales casi 298.000 se adjudicaron a Castro y casi 190.000 a para Asfura. El Consejo informó de que en los comicios participaron unos 3,2 millones de ciudadanos, lo que representa el 62% del censo electoral.
Previo al anuncio de resultados, el CNE anunció que inició un proceso de investigación sobre un posible ataque informático a la web del censo electoral, en el marco de los comicios presidenciales celebrados este domingo en el país. En un comunicado, la institución indicó qu la primera información recibida reflejó un ataque al servidor ubicado en las instalaciones del Consejo
Castro, de 62 años, forjó su liderazgo encabezando las protestas contra el golpe de Estado que derrocó a su esposo, Manuel Zelaya, en el 2009. Su lema de campaña dejó clara su intención de sacar del poder al derechista Partido Nacional (PN), que gobierna el país desde el 2010. “Es pa’fuera que se van”, repitió en cada ocasión.
“Se necesita una mujer que asuma la presidencia y que maneje los fondos con transparencia”, manifestó Castro en su cierre de campaña.
Nasry Asfura, de 63 años y conocido como “Papi a la orden” es el actual alcalde de Tegucigalpa.
Propone un ‘socialismo democrático a la hondureña’
Xiomara Castro dejó el papel protocolar de primera dama y se lanzó a las calles a defender a su esposo, quien fue derrocado por militares, empresarios y políticos derechistas el 28 de junio del 2009, luego de que Zelaya se acercó al chavismo en busca de combustible venezolano barato.
El oficialismo la acusa, en una violenta campaña, de querer llevar a Honduras al “comunismo”, desacreditando sus propuestas como la legalización del aborto y el matrimonio igualitario. Le recuerdan su participación en el 2015 en un homenaje a Hugo Chávez en Caracas.
Castro afirmó que propone un “socialismo democrático a la hondureña”, sin modelos importados, y promete a los empresarios garantías para sus inversiones.
Antecedentes de violencia
En los días previos a los comicios, y durante la misma jornada electoral, hubo un temor latente a que se desataran episodios de violencia, similares a los que ocurrieron hace cuatro años.
En 2017, el actual presidente derechista Juan Orlando Hernández fue reelecto pese a denuncias de fraude de la oposición. Protestas reprimidas por el gobierno dejaron una treintena de fallecidos.
“Se ha desarrollado una especie de paranoia, la gente se está preparando para la guerra”, indicó Pineda. Hubo ciudadanos que en los últimos días se abastecieron de comida y agua ante el temor de no poder salir luego a comprar.
Todo esto en un país ya golpeado por la violencia de las pandillas, el narcotráfico y dos feroces huracanes en 2020, donde el 59% de sus 10 millones de habitantes vive en la pobreza. El desempleo pasó de 5,7% en 2019 a 10,9% en 2020, en gran parte debido a la pandemia del coronavirus.
En uno de los países considerados como más violentos de América Latina, en este último año al menos 31 personas fueron asesinadas en crímenes relacionados con la campaña política.
‘Narcogobiernos’
El PN gobierna desde que el exmandatario Manuel Zelaya, esposo de Castro, fue derrocado en 2009 en un golpe de Estado apoyado por la derecha, debido a su cercanía con el chavismo.
Pero escándalos de corrupción y narcotráfico han salpicado a Juan Orlando Hernández. Tony, su hermano, cumple cadena perpetua en Estados Unidos por tráfico de drogas. Los narcos que el presidente ayudó a extraditar a ese país —y los fiscales que enjuiciaron a su hermano— lo acusaron de estar involucrado en el narcotráfico.
Asfura, en tanto, fue acusado en 2020 de malversar fondos públicos y nombrado en los Papeles de Pandora.
El tercer candidato en preferencias de los 13 en carrera, Yani Rosenthal (Partido Liberal), pasó tres años en una cárcel de Estados Unidos por lavar dinero del narcotráfico.
“Honduras es conocido internacionalmente como un narcoestado, pero no hay narcoestados, solo narcogobiernos”, dijo el analista Raúl Pineda, abogado y exlegislador del Partido Nacional.