Santiago. El presidente Gabriel Boric anunció este miércoles que el Estado chileno asumirá, por primera vez, la búsqueda de 1.162 detenidos desaparecidos durante la dictadura, en vísperas del 50 aniversario del golpe militar liderado por Augusto Pinochet.
Durante décadas, la responsabilidad de buscar a los desaparecidos recayó principalmente en las familias, logrando encontrar los restos de apenas 307 personas. Actualmente, el paradero de las otras 1.162 víctimas aún es desconocido.
“Esta cifra debe conmovernos y encender la indignación, ya que refleja la magnitud de la deuda pendiente que tenemos como Estado y como sociedad”, expresó el presidente al presentar el Plan Nacional de Búsqueda de Verdad y Justicia, la primera iniciativa oficial de este tipo.
El anuncio fue hecho por Boric durante una ceremonia celebrada en las cercanías del palacio presidencial de La Moneda, a la cual no asistieron las fuerzas opositoras de derecha.
Este plan, financiado por el Estado, tiene como objetivo rastrear el camino seguido por las víctimas después de su detención y desaparición.
Boric subrayó que, a partir de ahora, la búsqueda será una responsabilidad permanente del Estado, no únicamente de las familias afectadas.
La mayoría de los desaparecidos eran trabajadores y agricultores, con una edad promedio de 29 años.
En la ceremonia, Gaby Rivera, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, destacó: “Ningún otro gobierno había mostrado esta voluntad política necesaria para que esta tragedia no solo afecte a los familiares, sino a toda la sociedad y al Estado que hizo desaparecer a nuestros seres queridos”.
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Hasta ahora, el principal obstáculo para encontrar a los desaparecidos fue la falta de cooperación por parte de las Fuerzas Armadas, un hecho atribuido por los familiares a un “pacto de silencio” que persiste desde la dictadura (1973-1990).
En una mesa de diálogo establecida a finales de los años 90, los militares proporcionaron información sobre alrededor de 200 detenidos, asegurando que sus cuerpos habían sido arrojados al mar. No obstante, algunos de estos restos fueron hallados en fosas comunes.