Washington. El Colegio Electoral ratificó este lunes la victoria de Joe Biden en las elecciones en Estados Unidos, una oportunidad que el político demócrata va a aprovechar para hacer un llamado a “pasar la página”, pese a la tenaz negativa de Donald Trump a reconocer la derrota.
Sin sorpresa, los grandes electores reunidos este lunes en todo Estados Unidos para formalizar el resultado de los comicios del 3 de noviembre, confirmaron la victoria del exvicepresidente Biden, quien el 20 de enero asumirá como el 46.º mandatario de Estados Unidos.
Este proceso meramente formal adquirió un cariz inusual este año por la negativa del gobernante saliente a reconocer su derrota.
Minutos después, Trump, anunció la salida del gobierno del fiscal general, Bill Barr, quien contradijo las denuncias del mandatario de que hubo fraude en las elecciones, aunque en el anuncio no se dejó ver ninguna crispación entre ambos.
“Acabo de tener una reunión muy agradable con el fiscal general Bill Barr en la Casa Blanca. Nuestra relación es muy buena, él ha hecho un trabajo excepcional. Como lo dice su carta, Bill va a dejar el cargo justo antes de Navidad para pasar las fiestas con su familia”, informó el mandatario en Twitter.
Con el voto de los 55 grandes electores de California, donde Biden se impuso por un 63% de los sufragios, el demócrata superó ampliamente la cota necesaria para llegar a la Casa Blanca, establecida en 270 votos electorales.
Biden, vicepresidente de Barack Obama, habló en la noche desde su feudo de Delaware para celebrar este último paso que consagra de forma definitiva su victoria y que, según él, es la prueba de “la fortaleza y la resiliencia” de la democracia estadounidense.
El mandatario electo fustigó a Trump al asegurar que este ha desafiado la Constitución y “la voluntad popular” al no reconocer los resultados de los comicios.
“Es una posición tan extrema que nunca antes la habíamos visto. Una posición con la que se ha negado a respetar la voluntad popular, se ha negado a respetar el estado de derecho y se ha negado a honrar nuestra Constitución”, manifestó.
El próximo presidente reafirmó su fe en la democracia y la integridad del proceso electoral.
“En esta batalla por el alma de Estados Unidos, prevaleció la democracia”, recalcó Biden. “Nosotros, el pueblo, votamos. Se mantiene la fe en nuestras instituciones. La integridad de nuestras elecciones permanece intacta. Y ahora es el momento de pasar página, como lo hemos hecho a lo largo de nuestra historia. Unir, para sanar.”
Este proceso, que es transmitido en directo por muchas cadenas, habitualmente no pasa de ser una formalidad, pero la posición de Trump, sus denuncias de irregularidades y la batalla judicial que emprendió en varios estados -sin ningún éxito- para impugnar los resultados aumentaron el interés mediático.
Asunto definido
La propia Corte Suprema -que cuenta con una mayoría conservadora gracias a que Trump designó a tres de sus magistrados- se negó el viernes siquiera a considerar dos demandas de los republicanos.
Los resultados de la elección del 3 de noviembre ya fueron certificados por los 50 estados más el Distrito de Columbia. El demócrata ganó con 81,3 millones de votos, 51,3% de los sufragios emitidos, frente a 74,2 millones (46,8%) del magnate republicano.
Pero en Estados Unidos el inquilino de la Casa Blanca es elegido por sufragio universal indirecto, y cada estado dispone de un número de grandes electores determinado por su población. Biden se encaminaba a obtener 316 votos frente a 232 de Trump.
“Espero que puedan verme sonreír detrás de la mascarilla”, expresó en Pensilvania la demócrata Nancy Patton Mills, quien presidió la votación en este estado.
La mayoría de los grandes electores son personas desconocidas por la opinión pública, pero también hay personalidades como la excandidata presidencial Hillary Clinton, quien sufragó en Nueva York.
Hillary Clinton -que en el 2016 ganó el voto electoral, pero obtuvo menos electores que Trump- escribió en Twitter que no cree en este sistema, pero que aún así se siente orgullosa de haber votado por Biden.
I believe we should abolish the Electoral College and select our president by the winner of the popular vote, same as every other office.
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) December 14, 2020
But while it still exists, I was proud to cast my vote in New York for Joe Biden and Kamala Harris. pic.twitter.com/th9qebu9ka
“Creo que deberíamos abolir el Colegio Electoral y seleccionar a nuestro presidente según quién sea el ganador del voto popular”, indicó.
Aunque en los últimos años ha habido algunos “electores díscolos”, que votaron por un candidato que no ganó en su estado, este número nunca ha sido suficiente para cambiar el resultado de una elección.
Resistencia a aceptar traspié
Un gran número de legisladores republicanos respaldan las afirmaciones de fraude de Trump, pero otros se han desmarcado y se prevé que otro grupo comience a reconocer la victoria de Biden, una vez ratificada por el Colegio Electoral.
Sin embargo, no se espera que Trump acepte su derrota, pero tampoco que se niegue a abandonar la Casa Blanca. Probablemente sí evite reunirse con Biden.
Este fin de semana evitó contestar una pregunta sobre si asistiría a la toma de posesión del demócrata.
Algunos aliados de Trump han especulado con la posibilidad de impugnar el resultado el 6 de enero, cuando el Congreso valide formalmente el recuento del Colegio Electoral. Esta estrategia tiene una posibilidad de éxito prácticamente nula, pero sería una muestra más del estado de profunda división con el que Biden comenzará su presidencia.
En un indicio del cambio de viento, el apoyo a Trump del equipo del diario The Wall Street Journal se resquebrajó y este lunes en su editorial el periódico financiero lo instó a “pasar la página”.