El Congreso argentino iniciará este martes las sesiones extraordinarias convocadas por el presidente de orientación ultraliberal, Javier Milei, con el propósito de debatir leyes complementarias vinculadas al megadecreto de desregulación económica que generó resistencia tanto en la oposición como en los sindicatos, quienes solicitan a la justicia su declaración de inconstitucionalidad.
“Los diputados y senadores deberán optar entre respaldar el cambio respaldado por el pueblo o persistir en obstrucciones que entorpezcan el proceso”, expresó este martes el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante una conferencia de prensa.
El paquete complementario que será objeto de debate, hasta el 31 de enero, contempla reformas impositivas, modificaciones a la ley electoral y ajustes en las funciones del Estado.
Sin embargo, el centro de atención recae en el decreto recientemente firmado por Milei, con más de 300 disposiciones, y cuyo contenido suscitó manifestaciones en las calles, reacciones de la oposición, y la convocatoria a una protesta de los sindicatos el miércoles, instando a la justicia a declararlo inconstitucional.
Este martes se oficializó, mediante decreto, la cancelación de contratos de alrededor de 7.000 empleados públicos, como parte de las medidas para reducir el gasto estatal, con el objetivo de alcanzar el 5% del Producto Interno Bruto (PIB).
El decreto limita el derecho a huelga, deroga la ley de alquileres, suprime normativas de salvaguarda para los trabajadores y de protección al consumidor frente a incrementos desmedidos de precios cuando la inflación anual supera el 160% y la tasa de pobreza llega al 40%.
Asimismo, elimina los límites a las comisiones bancarias y tasas punitivas, libera las cuotas de los seguros de medicina privada, anula la ley que establecía incrementos trimestrales a las jubilaciones, y allana el camino para la privatización de empresas públicas y la conversión de clubes deportivos en sociedades anónimas.
Cabe destacar que, aunque la justicia ya admitió un amparo colectivo presentado por organizaciones civiles contra el decreto, este deberá ser ratificado por el Congreso, aunque sorprendentemente no está incluido en la agenda de las sesiones extraordinarias.
El decreto entrará en vigencia el viernes, transcurridos diez días desde su firma, independientemente de su análisis en el Congreso, donde solo podrá ser aprobado o rechazado en su totalidad, sin posibilidad de modificaciones. Para su rechazo, se requerirá que tanto la Cámara de Diputados como el Senado voten en contra.
El partido de Milei, La Libertad Avanza (ultraderecha), cuenta con 40 de los 257 diputados y siete de los 72 senadores, mientras que la oposición conserva la primera minoría en ambas cámaras.
Las demás fuerzas políticas incluyen tres partidos de centro y derecha pertenecientes a la coalición Juntos por el Cambio, que ostentan la segunda minoría, además de una reducida representación de la izquierda y otras agrupaciones provinciales.