Lima. El Congreso de Perú aprobó este miércoles suspender al popular legislador Kenji Fujimori para ser investigado por la fiscalía, pero no hubo quórum para votar un pedido de destitución promovido por su hermana Keiko.
Tras un debate de más de 11 horas, 61 legisladores aprobaron la suspensión del hijo menor del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), pero a continuación el presidente del Congreso, Luis Galarreta, suspendió la sesión por falta de quórum (67 parlamentarios) para votar el pedido de destitución impulsado por el partido que lidera Keiko.
Aunque Kenji quedó marginado del Congreso mientras la fiscalía lo investiga por cohecho y tráfico de influencias, su hermana parece haber conseguido una victoria pírrica en la guerra fratricida que libran por el control del fujimorismo, principal fuerza política de Perú.
El fujimorismo (partido Fuerza Popular) se encamina al cisma por el empeño de Keiko de expulsar del Parlamento a su hermano, lo que podría conducir a que ambos se enfrenten en las elecciones presidenciales del 2021.
Kenji quedó con un pie fuera del Congreso hace dos semanas, cuando una comisión legislativa controlada por el partido de Keiko recomendó su destitución, pero él afirmó no estar muerto políticamente.
El informe que recomienda la destitución ha sido “fabricado dolosamente para imputarnos infracciones a la Constitución y delitos que no hemos cometido”, dijo el legisldor Ramírez ante el plenario.
Dos aliados de Kenji, Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocángel, están acusados con él. Si son destituidos, los tres serán reemplazados en el Congreso por partidarios de Keiko que eran “suplentes” en la papeleta electoral fujimorista en el 2016.
Herencia política en disputa
Los hermanos se disputan el legado político de su padre, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien fue condenado por crímenes contra la humanidad y corrupción, pero muchos peruanos lo veneran porque acabó con el terrorismo de Sendero Luminoso y la hiperinflación heredada de Alan García (1985-1990).
“Los Fujimori han marcado la vida peruana desde hace más de dos décadas y media, primero durante la presidencia del padre y luego con la incursión en política de sus hijos”, dijo el analista político Fernando Tuesta.
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La guerra fratricida conduciría a una inédita contienda electoral entre hermanos en Perú, a pesar de los esfuerzos del patriarca del clan, de 79 años, quien salió de prisión indultado por Kuczynski en diciembre.
Con o sin destitución, Kenji puede ser un candidato “potente” ante su hermana en el 2021, según analistas, pero sus aspiraciones podrían frustrarse si el Congreso lo inhabilita para postular a cargos públicos como parte de las sanciones que le imponga.
“La inhabilitación política es una potestad del Congreso. Puede ser de entre 5 años a 10 años. En el caso de Kenji, apunta claramente a sacarlo de la carrera presidencial del 2021”, explicó Tuesta.
Keiko se lava las manos diciendo que la destitución depende del Congreso, al que ella no pertenece, pero los legisladores que la impulsan son de Fuerza Popular (derecha populista), el partido que dirige. Lo creó con Kenji, quien se marginó de él en enero.
Pugna por indulto
El quiebre en el fujimorismo comenzó con las gestiones para el indulto al expresidente, cuyos esfuerzos han sido infructuosos para conseguir una tregua entre sus hijos.
Paralelamente, medios peruanos informaron de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José, notificará en las próximas horas su fallo por un recurso contra el indulto.
Keiko, la hija mayor, de 43 años, se oponía al indulto alegando que el padre era inocente y que debía ser liberado por la Justicia sin mediación del gobierno.Pero Kenji, el benjamín de 38 años, batalló por el perdón y apoyó a Kuczynski, quien había derrotado a Keiko en el 2016.
Los críticos de Keiko dicen que ella no quería que su padre saliera libre pues podría disputarle el liderazgo.“Keiko podría obtener un doble triunfo” si la Corte “manda al padre a la cárcel de regreso y ella a su hermano a la calle”, escribió la analista Rosa María Palacios en su blog del diario La República.
La hija mayor ha sido dos veces candidata presidencial, en ambos casos derrotada en balotaje. Su hermano ha sido dos veces el legislador más votado.
Ella tiene mejores opciones electorales, pues posee un partido organizado. Kenji debe crear uno que respalde sus ambiciones presidenciales.
Sin embargo, “un triunfo de Kenji, en caso de que el Congreso no lo destituya, lo coloca en una posición distinta y expectante” en esta guerra, afirmó Tuesta.