Roma. Dos meses y medio después de las elecciones legislativas, el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la ultraderechista Liga propusieron este lunes en forma conjunta como primer ministro al académico Giuseppe Conte, para liderar el primer ejecutivo antisistema de Italia.
“Es un momento histórico. Entregamos al presidente el nombre de candidato a primer ministro”, anunció Luigi Di Maio, el joven líder de los antisistema al término de una breve reunión con Mattarella.
“Antes de criticarnos, déjennos iniciar”, pidió dirigiéndose a la prensa al referirse a las críticas lanzadas en Europa contra el programa antiausteridad aprobado este fin de semana por las bases de las dos formaciones.
El líder de la Liga, Matteo Salvini, de 45 años, tras ser recibido en forma separada por el presidente Mattarella, confirmó el nombre de Conte como candidato en Facebook.
”¡Que nadie tenga miedo, al contrario!”, lanzó Salvini, al intentar tranquilizar a los mercados y a la Unión Europea (UE) por sus posiciones contra la immigración y fuertemente euroescépticas.
“Italia respetará sus obligaciones, los acuerdos, las normas, los vínculos, pero a condición de crecer económicamente. Primero está Italia”, agregó.
Conte, profesor de derecho privado en Florencia y Roma es un especialista en justicia administrativa.
Nacido en 1964 en Volturara Appula, una minúscula localidad de 500 habitantes en la región de Pulla (sur), Conte había sido presentado antes de las legislativas del 4 de marzo por el M5E como posible ministro encargado de “desburocratizar” la administración pública.
Los dos líderes lo consideran un “político” y no un técnico, pese a que no tiene experiencia en ese sector.
Sin un partido detrás, tendrá que mediar posiblemente con dos figuras poderosas, Di Maio, que según las voces desea el ministerio de Desarrollo Económico, y Salvini, que aspira al del Interior.
Adiós a la austeridad
Al término de nueve días de reuniones, Di Maio y Salvini concluyeron un acuerdo, validado por el 90% de sus bases, un “contrato de gobierno” que prevé dejar atrás la austeridad y luchar contra los “dictados” de Bruselas.
Esta perspectiva preocupa a los mercados financieros: la bolsa de Milán cerró este lunes con una baja del 1,5%, mientras que el spread -el diferencial entre las tasas de la deuda italiana y la alemana a diez años- subía lentamente ubicándose a 186 puntos, con un aumento de más de 50 puntos en menos de una semana.
Para dirigir este primer gobierno antisistema en un país fundador de la Unión Europea, tanto Di Maio como Salvini eran candidatos. Pero una feroz lucha de egos y unos resultados individuales insuficientes en las legislativas los obligaron a elegir a una tercera persona para gobernar.
“Nos pusimos de acuerdo sobre el jefe y los ministros de gobierno y esperamos que nadie ponga un veto a esta elección, que representa la voluntad de la mayoría de los italianos”, advirtió el domingo Salvini al lanzar dardos contra los gobiernos de Francia y Alemania, que han reaccionado con preocupación por los cambios políticos en Italia.
Pese a que no tiene ninguna posibilidad, el líder de Forza Italia, el ex primer ministro Silvio Berlusconi, enfrentado ahora con Salvini que fue su aliado en las legislativas, se ofreció para volver al poder.
El multimillonario italiano, de 81 años, que dirigió la derecha italiana durante 25 años y acaba de recuperar su elegibilidad por decisión judicial tras una condena por evasión fiscal, no ve con buenos ojos los capítulos del programa de gobierno común sobre la justicia y los conflictos de interés.
Mattarella también examinará el programa de gobierno acordado por el M5S y la Liga, que promete crecimiento, limitar la edad de jubilación, mano dura contra la corrupción y un giro en materia de seguridad con un sesgo antiinmigrantes y antiislam.
Según un sondeo publicado el domingo por La Repubblica, seis de cada diez italianos son favorables a un gobierno Liga-M5S. Sólo un cuarto de los electores piensa que este proyecto fracasará.