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El martes 20 de agosto el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, renunció al cargo en medio de una crisis política desatada por meses de peleas internas entre los partidos de la coalición de gobierno. El presidente de la República, Sergio Mattarella, dio al Parlamento hasta el miércoles 28 de agosto para llegar a un acuerdo sobre quién encabezaría el gobierno.
Hasta la semana pasada, el gobierno era producto de una alianza entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema) y la Liga (ultraderecha) de Matteo Salvini.
La principal fuerza de oposición en el Parlamento era el Partido Democrático (PD, centro izquierdista), liderado por Nicola Zingaretti.
La cabeza del M5E, Luigi DiMaio, buscaba llegar a una acuerdo con el PD para constituir un nuevo gobierno de coalición. Si no se llegaba a buen puerto se disolvía el gobierno y se llamaría a otras elecciones, que era lo que pretendía Salvini.
El plan de este ganar suficiente apoyo en las urnas para formar un bloque gubernamental formado por la Liga, Forza Italia (derecha conservadora de Silvio Berlusconi) y Fratelli d’Italia, una agrupación pequeña de ultraderecha.
Pero el acuerdo entre el M5E y el PD evita una convocatoria anticipadas de comicios y, a la vez, deja a Salvini –hasta ahora ministro del Interior– fuera del gobierno.
¿Por qué se dio esta crisis?
Las disputas entre Salvini y Di Maio vienen desde marzo, cuando se propuso un proyecto de ley para construir un tren de alta velocidad entre Lyon, Francia, y Turín, Italia. Para el M5E, este proyecto era un mal uso de el dinero del Estado mientras que la Liga lo defendía un paso adelante para la economía del país.
Esto provocó disputas en redes sociales y la prensa entre los dos partidos, por lo cual Conte amenazó con renunciar si no se resolvían las disputas. Salvini aprovechó la crisis, dio por muerto el gobierno de coalición y reclamó nuevas elecciones.
La situación colmó la paciencia de Conte, quien renunció.
¿Quién es Salvini?
El líder ultraderechista de la Liga fungió como viceprimer ministro y ministro del interior de Italia, posición esta última que le valió fuertes críticas por su política de mano dura contra la migración, caracterizada por el cierre los puertos y fronteras al ingreso de personas en situación irregular. Uno de los últimos ejemplos de esta posición se dio con el barco humanitario Open Arms, al que prohibió el desembarco de 135 refugiados rescatados en el Mediterráneo.
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Sin embargo, esa misma actitud intransigente convirtió a Salvini en uno de los políticos más populares en Italia. El IPSOS, una organización que se especializa en investigación de mercado y opinión global, sitúa a Salvini con una popularidad de 33,8%, según encuesta mensual.
El ultraderechista adoptó una política antiinmigratoria con ribetes xenófobos que evoca posiciones muy similares defendidas por dirigentes de extrema derecha como Marine Le Pen, en Francia, y Santiago Abascal, en España. También el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, maneja el mismo discurso.
¿Salvini se quedará con los brazos cruzados?
Salvini queda fuera de la nueva mayoría legislativa y desbancado como ministro del interior, según el nuevo pacto de coalición. Es posible que con su salida haya un cambio en la política migratoria de Italia con la llegada del PD al poder.
No obstante, el jefe de la Liga seguirá presente en la arena política como miembro del Parlamento. En este, la Liga cuenta con 123 escaños en la Cámara de Diputados y 58 en el Senado. Salvini ahora se convertiría en el líder opositor al gobierno.
73 años de democracia, 61 gobiernos
Si algo ha puesto un sello distintivo a la democracia en Italia es la corta duración de sus gobiernos. Para muestra, este botón: el gobierno que encabezó Conte, fruto de la coalición entre La Liga y el M5E, duró apenas 14 meses... ¡muy italiano!
Desde 1946, cuando el país emergió de la Segunda Guerra Mundial como una República democrática parlamentaria, ha habido 61 gobiernos en ese lapso de 73 años.
¿Cuánto tiempo perdurará el nuevo gobierno de Conte?
