Madrid. Iñaki Urdangarin, cuñado del rey de España Felipe VI y quien fue condenado recientemente a cinco años y diez meses de cárcel por un caso de corrupción, ingresó este lunes por la mañana a prisión, indicó una fuente de la administración penitenciaria.
El marido de la infanta Cristina de Borbón, hermana de Felipe, ingresó en una cárcel ubicada junto al pueblo de Brieva, 108 kilómetros al norte del Madrid, a las 8 a. m., hora local, precisó un portavoz.
Según explicó, se trata de una cárcel de mujeres con un módulo reservado a hombres. El centro penitenciario tiene capacidad para 162 presos.
El martes pasado, Urdangarin fue condenado en segunda instancia por el Tribunal Supremo, en un caso que estalló en el 2010, en plena crisis económica en España, y perjudicó gravemente la imagen de la monarquía.
LEA MÁS: Condenado por corrupción, el cuñado del rey de España va hacia la cárcel
Su ingreso en la cárcel coincide con el viaje de Felipe VI y su esposa la reina Letizia a Estados Unidos, donde este martes serán recibidos en Washington por el presidente Donald Trump.
Urdangarin, yerno del anterior monarca Juan Carlos I (1975-2014), había sido condenado en primera instancia en febrero del 2017 a seis años y tres meses de prisión, además de una multa de 512.000 euros, por hechos ocurridos entre el 2004 y el 2006 en las islas Baleares.
En esos años, malversó en beneficio propio junto a su socio el empresario Diego Torres varios millones de euros donados por organismos públicos al Instituto Nóos, un ente sin ánimo de lucro que él presidía.
A su vez, la infanta Cristina se convirtió durante el juicio en el primer miembro de la actual familia real en sentarse en el banquillo de los acusados, aunque fue absuelta.
No obstante, el Tribunal Supremo confirmó su responsabilidad civil como beneficiaria de las ganancias obtenidas por su marido, y le impuso una multa de 136.950 euros (inferior a los 265.000 euros dictados en primera instancia), una suma que de todas maneras la infanta ya restituyó.
Por todo este escándalo, el rey Felipe alejó a Urdangarin y a su hermana Cristina de los actos oficiales de la Casa Real y los despojó del título de duques de Palma de Mallorca.