Atlanta, EE. UU. “Afroestadounidenses: demos vuelta el Senado”: frente a una pequeña multitud animada, el mensaje del cartel en el escenario va directo al grano.
En las cruciales elecciones de senadores del martes en el estado de Georgia, movilizar a los votantes negros será clave para los demócratas, que sueñan con hacerse con la mayoría de la Cámara Alta. Y con ella, con todo el poder en Washington.
“Es importante que los afroestadounidenses y las minorías acudan a las urnas”, dijo Sukari Johnson, presidenta de los demócratas en el condado de Clayton, al sur de Atlanta, capital de este estado conservador.
En uno de los carteles repartidos a las familias y jóvenes reunidos a su alrededor en Hampton en esta jornada de espectáculos y movilización se lee: "Apuesta siempre por el negro".
Se distribuyen pines, camisetas y bolsos a cambio de que los presentes llamen o envíen mensajes de texto a tres amigos para alentarlos a acudir a votar.
"Votar" es la consigna que se repite una y otra vez aquí.
“Mucha gente está sufriendo ahora mismo con la covid y el desempleo, así que si queremos cambiar las cosas, tenemos que elegir” a los candidatos demócratas el martes, subrayó Johnson.
En el bando demócrata aspiran a las dos bancas de senadores de Georgia en esta segunda vuelta el pastor negro Raphael Warnock, de 51 años y actual predicador en la antigua iglesia del difunto activista negro Martin Luther King, y el productor de documentales Jon Ossoff, de 33.
Marcado por la esclavitud y la segregación, este estado sureño ha sido cuna de muchas figuras cruciales en la lucha por los derechos civiles de los afroestadounidenses, desde Martin Luther King hasta John Lewis.
Clave para los demócratas
Pero sus votantes nunca han elegido a un senador negro y desde hace 20 años tampoco a un demócrata, lo que coloca a Warnock y Ossoff en desventaja en la carrera.
Sin embargo, en ellos están puestas las esperanzas del partido y del presidente electo, Joe Biden.
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“Si no los elegimos, Biden no podrá hacer mucho” sin el control del Senado, ahora en manos republicanas, que puede obstaculizar la aprobación de leyes, resumió Johnson.
La victoria de Biden en Georgia, en noviembre, aumenta el entusiasmo, pues se trata de la primera vez desde 1992 que el estado elige a un demócrata para la presidencia.
Muchos quieren creer en un triunfo este martes. Como Marry Garret,una maestra de jardín de infantes de 59 años. “Tengo esperanza”, manifestó.
Más de tres millones de votantes de los siete millones registrados optaron, como ella, por la votación anticipada, un récord para una elección parcial. Aunque es una cifra inferior a la de las votaciones presidenciales.
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La victoria de Biden aquí también se explica por el voto de los republicanos o independientes anti-Trump, que esta vez podrían volver al redil.
Los votantes negros “representan una de las mayores bases de apoyo para los candidatos demócratas en este estado y, por lo tanto, su movilización es siempre crucial”, afirmó Trey Hood, profesor de la Universidad de Georgia.
Uno de cada tres habitantes es afroestadounidense en Georgia (10,6 millones de habitantes). Esta población siempre ha sido importante, declaró, pero “lo que ha cambiado es el número de afroestadounidenses en el electorado”, que en la actualidad ronda el 30%.