Washington. Dieciocho legisladores del ala izquierda del Partido Demócrata de Estados Unidos pidieron al presidente Joe Biden levantar las sanciones contra Venezuela y continuar dialogando con el gobierno de Nicolás Maduro, mientras un influyente senador republicano urgió al mandatario a no cambiar la política hacia Caracas.
En sendas misivas esta semana; una encabezada por los demócratas Raúl Grijalva y Jesús “Chuy” García, y la otra por el senador republicano de Florida Marco Rubio, se hicieron planteamientos opuestos al inquilino demócrata de la Casa Blanca.
La carta de los progresistas, fechada el 10 de mayo, afirma que las medidas punitivas contra Venezuela de la anterior administración republicana de Donald Trump solo sirvieron para “exacerbar” la crisis humanitaria en la otrora potencia petrolera.
Los demócratas exhortan a Biden a continuar el “compromiso constructivo” de la Casa Blanca hacia Venezuela, luego que el viaje en marzo de altos funcionarios de Washington a Caracas permitiera la liberación de dos estadounidenses detenidos allí desde hacía años, así como el aparente compromiso de Maduro de reiniciar el diálogo con la oposición, suspendido desde octubre.
"Está claro que las sanciones amplias no han logrado sus objetivos", señalaron. "A la luz de esto, y de los terribles costos humanos incurridos, le instamos a que levante todas las sanciones financieras y sectoriales de Estados Unidos que exacerban la situación humanitaria".
Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Pramila Jayapal y Rashida Tlaib, conocidas por sus posiciones de izquierda, están entre los firmantes de la carta.
Rubio pide ‘reafirmar el reconocimiendo a Guaidó'
De su lado, Rubio insta a Biden a “comprometerse a que no habrá cambios en la política de Estados Unidos mientras Maduro continúe bloqueando elecciones libres y justas”, según una carta del 12 de mayo, difundida el viernes.
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas a principios de 2019, tras la reelección de Maduro en cuestionados comicios. Washington reconoció entonces como presidente interino al jefe del Legislativo, el opositor Juan Guaidó, e impuso una batería de sanciones para forzar la salida de Maduro, incluido un embargo de facto al petróleo venezolano vigente desde abril de 2019.
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Rubio, uno de los arquitectos de la política de máxima presión de Trump contra Maduro, también pide a Biden "reafirmar públicamente" el reconocimiento a Guaidó. Y deplora por "tontas" las conversaciones de la delegación estadounidense en Caracas, liderada por el asesor para las Américas en el Consejo de Seguridad Nacional de Biden, Juan González.
Este viaje se produjo luego de que Estados Unidos prohibiera las importaciones de petróleo ruso por la invasión rusa de Ucrania, lo cual alimentó especulaciones de que Estados Unidos podría reanudar la compra de crudo venezolano, algo descartado luego por la Casa Blanca.
En marzo, Rubio y el poderoso senador demócrata Bob Menéndez criticaron el acercamiento de Washington a Caracas y se opusieron firmemente a recurrir al "dictador" Maduro por petróleo.
Además de ser investigado por crímenes de lesa humanidad, Maduro fue inculpado de “narcoterrorismo” por la justicia de Estados Unidos, donde se ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.