Brasilia. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva despidió la noche del martes al presidente de la petrolera paraestatal brasileña Petrobras, Jean Paul Prates, desgastado por discusiones sobre el pago de dividendos de la compañía, según fuentes de la Presidencia consultadas por esta agencia.
“Prates fue despedido”, confirmó un portavoz del palacio presidencial del Planalto, quien indicó el cese del exsenador antes de que venciera su mandato.
Por su parte, la compañía informó en un comunicado que recibió la solicitud de Prates la noche del martes para “que el Consejo de Administración de la compañía se reúna y considere el cierre anticipado de su mandato (…) de manera negociada”. Una vez aprobado el pedido, Prates tiene la intención de presentar su renuncia como miembro del consejo de administración.
Prates, exsenador del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), asumió la presidencia de la compañía al inicio de la tercera presidencia de Lula, en enero de 2023.
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Durante su gestión, implementó una promesa de campaña de Lula de “abrasileirar” los precios de la petrolera para evitar grandes fluctuaciones en los precios de los combustibles para los consumidores, desligándolos de la cotización internacional del petróleo.
Sin embargo, después de un año al frente de la empresa estatal, controlada por el Estado brasileño, el desgaste de Prates se hizo evidente, especialmente tras una polémica en marzo sobre el pago de dividendos extraordinarios.
Algunos analistas y opositores lo consideraron como una “intervención gubernamental”, una preocupación que está presente en el mercado desde que Lula asumió su cargo.
Prates admitió en la red X que era “legítimo” que el consejo se posicionara “orientado por el presidente de la República” y sus ministros, lo cual ocurrió en relación con los dividendos extraordinarios.
Aunque la decisión de distribuir dividendos extraordinarios por el 50% del lucro líquido remanente fue aprobada en la asamblea general ordinaria de abril pasado, la estabilidad de Prates se vio comprometida.
Medios locales especularon durante varias semanas sobre su posible salida de la empresa, mencionando tensiones en su relación con el ministro de Energía, Alexandre Silveira.
El jefe de gabinete, Rui Costa, llegó a decir que era “el momento de renovar el consejo de administración de Petrobras” para “oxigenar” las estructuras.
Aunque el tono de las discusiones disminuyó desde entonces, Prates finalmente fue apartado de su cargo.
Lula nominará a Magda Chambriard para suceder a Prates, según un vocero presidencial consultado por esta agencia. Sin embargo, la candidatura de Chambriard deberá contar con la aprobación del consejo directivo de la empresa.
Chambriard fue la única mujer en dirigir la Agencia Nacional de Petróleo, reguladora de la industria brasileña de hidrocarburos, entre 2008 y 2016, durante parte del segundo mandato de Lula y la presidencia de su sucesora y aliada Dilma Rousseff.
En el mercado bursátil, los American Depositary Receipts (ADRs) de la petrolera en Nueva York cayeron casi un 8%.
Lucro cuestionado
El lucro de Petrobras fue objeto de duras críticas por parte de Lula, quien acusó repetidamente a los directivos de la empresa de priorizar la satisfacción de los accionistas en detrimento de la población.
Desde que asumió el poder, los beneficios de la empresa experimentaron una disminución notable.
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El lunes, Petrobras anunció ganancias netas atribuidas a accionistas de $4.782 millones (23.700 millones de reales) en el primer trimestre, lo que representa una caída del 34,9% en dólares en comparación con el mismo período de 2023.
En 2023, durante el primer año bajo la dirección ejecutiva de Prates, el lucro ascendió a $24.884 millones, lo que significó un descenso del 32,1% en comparación con 2022.
Según Prates, ese año registró el “segundo mayor lucro líquido de su historia”, lo que reflejaba el “rumbo correcto” de la empresa, aunque enfrentaba desafíos derivados de la transición hacia energías más limpias.
Prates manifestó su intención de adoptar una postura “más conservadora” en cuanto a la distribución de dividendos, lo cual generó inquietud en el mercado.