San Francisco. El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, prometió que la plataforma no se convertirá en un “infierno de todos contra todos”, pero los expertos advierten que los despidos masivos en la empresa pueden afectar la capacidad de la red social para frenar la desinformación.
Twitter despidió a aproximadamente la mitad de sus 7.500 empleados el viernes, a pocos días de las elecciones de mitad de mandato del próximo martes en Estados Unidos, cuando se espera que aumente la circulación de contenido falso en las redes sociales.
Los recortes, que se produjeron después de la controversial compra de la empresa por $44.000 millones (¢26,8 billones), afectan a múltiples divisiones, incluidos los equipos de confianza y seguridad que gestionan la moderación de contenido, así como la ingeniería y el aprendizaje automático, según informes estadounidenses.
"Tendría mucho cuidado en esta plataforma en los próximos días... con lo que retuiteas, a quién sigues e incluso tu propia percepción de lo que está pasando", dijo Kate Starbird, investigadora de desinformación y profesora asistente de la Universidad de Washington.
En su propia cuenta de Twitter, Starbird advirtió sobre un mayor riesgo de intentos de "suplantación de identidad", "desinformación coordinada por manipuladores" y "engaños que intentan que difundas falsedades".
Jessica González, codirectora ejecutiva del grupo independiente Free Press, dijo que le preocupaba que los esfuerzos de moderación de contenido de Twitter pudieran debilitarse antes de las elecciones, "cuando se sabe que las redes sociales se descarrilan para desinformar, intimidar y dañar a los votantes de color".
"Twitter ya era un infierno antes de que Musk tomara el control, y sus acciones... solo empeorarán las cosas", dijo González.
Yoel Roth, jefe de seguridad e integridad de Twitter, trató de calmar esas preocupaciones, diciendo que la primera línea del personal de moderación de la plataforma fue el menos afectado por los recortes, y que combatir la información errónea y dañina durante las elecciones del martes era una "máxima prioridad".
"Mientras nos despedimos de amigos y colegas increíblemente talentosos... el núcleo de nuestras capacidades de moderación permanece en su lugar", tuiteó Roth.
‘Profundamente preocupante’
Free Press es parte de una coalición de más de 60 grupos de la sociedad civil que el viernes llamó a los anunciantes a boicotear la plataforma hasta que se comprometiera a ser un "lugar seguro".
Los miembros de la coalición se reunieron con Musk a principios de esta semana después de que estudios académicos reportaron un aumento dramático en el discurso de odio, los memes nazis y los insultos racistas a partir del momento en que él compró la compañía.
Un estudio de la Universidad Estatal de Montclair encontró que la adquisición de Twitter por parte de Musk, autoproclamado "absolutista de la libertad de expresión", había "creado la percepción entre los usuarios extremistas de que se aliviarían las restricciones de contenido".
"Nos reunimos con Elon Musk a principios de esta semana para expresar nuestras profundas preocupaciones sobre algunos de sus planes y el aumento del contenido tóxico después de su adquisición", dijo la coalición, que usa el hashtag #StopToxicTwitter.
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"Desde ese momento, el odio y la desinformación han seguido proliferando, y Musk ha tomado medidas que nos hacen temer que lo peor está por venir", señaló el grupo en un comunicado.
Pero Musk rechazó esa evaluación y tuiteó: "Hemos visto que el discurso de odio en ocasiones esta semana disminuyó *por debajo* de nuestras normas anteriores", aunque no presentó datos para respaldar esta afirmación.
"Para ser muy claro, el fuerte compromiso de Twitter con la moderación de contenido permanece absolutamente sin cambios", escribió el multimillonario el viernes.
Musk había prometido reducir las restricciones de contenido de Twitter y, desde la adquisición, ha anunciado planes para crear un “consejo de moderación de contenido” que revisará las políticas de la empresa.
Estos planes provocaron la reacción incluso del alto comisionado de derechos humanos de Naciones Unidas, Volker Turk, quien instó a Musk a hacer del respeto a los derechos humanos un tema central de la red social.
“Twitter tiene la responsabilidad de evitar amplificar contenidos que puedan dañar los derechos de las personas”, dijo Turk en una carta abierta.
Los informes de que Musk despidió a todo el equipo de derechos humanos de la plataforma no fue “un comienzo alentador”, añadió.
Zeve Sanderson, director ejecutivo del Centro de Política y Redes Sociales de la Universidad de Nueva York., dijo que “si bien Musk se ha comprometido públicamente con la transparencia, su decisión de despedir a los miembros del personal dedicados a este trabajo es profundamente preocupante”.
Musk insistió en que los despidos eran necesarios ya que la empresa perdía más de $4 millones por día.
Twitter ha luchado durante mucho tiempo para generar ganancias y no ha podido seguir el ritmo de Facebook, Instagram y TikTok en la obtención de nuevos usuarios.
En los últimos días, Musk generó controversia adicional por la decisión de cobrar $8 en su red social a cambio de ingresar al nuevo Twitter Blue, el cual ofrece la marca azul que señala una cuenta como verificada, así como menos exposición a la publicidad.
“El nuevo Blue aún no está activado: la carrera hacia nuestro lanzamiento continúa, pero algunas personas pueden vernos haciendo actualizaciones porque estamos probando e impulsando cambios en tiempo real”, publicó la directora de desarrollo de productos de la compañía, Esther Crawford.