Brasilia. La expresidenta izquierdista de Brasil Dilma Rousseff, destituida en 2016 por el Congreso, no consiguió escaño en el Senado por el estado de Minas Gerais (sureste) en las elecciones de este domingo.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), quedó en cuarto lugar, con 15,06% de los votos tras el 97% del escrutinio, lo que la excluyó de hacerse con uno de los dos escaños otorgados por ese estado.
Los dos primeros clasificados eran Rodrigo Pacheco, de Demócratas (derecha), con 20,60%, y Carlos Viana, del Partido Humanista de la Solidaridad (PHS), con 20,29%.
En la última encuesta divulgada el sábado por Ibope, Rousseff aparecía en primer lugar para quedarse con uno de los dos escaños para el Senado.
Los analistas consideran que es un "duro golpe" político para la exmandataria y afirman que resulta de un fuerte sentimiento "antipetista", que asocia al partido del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva con la corrupción y al de su sucesora Rousseff con el mal manejo económico.
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El rechazo quedó evidenciado con la amplia victoria del exmilitar Jair Bolsonaro en las presidenciales de este domingo, con 46% de los votos, aunque no los suficientes para evitar una segunda vuelta con Haddad, que obtuvo un 29%.
El gobernador de Minas Gerais, el también petista Fernando Pimentel, también sufrió una dura derrota, quedando fuera de la segunda vuelta.
Rousseff, que llegó al poder en 2010 y fue reelecta en 2014, fue destituida por el Congreso en 2016, acusada de manipular las cuentas públicas, en un contexto de grave crisis económica y de numerosos escándalos de corrupción.
Fue sustituida por su vicepresidente Michel Temer, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), a quien acusó de “traidor” y de liderar una conspiración para hacerse con el poder.