Washington. Un diplomático de carrera reveló más evidencia de los esfuerzos del presidente Donald Trump para presionar a Ucrania a investigar a rivales políticos, al comenzar el miércoles las primeras audiencias públicas en el cuarto proceso de juicio político que se realiza a un mandatario en la historia de Estados Unidos.
William Taylor, el principal diplomático de Washington en Ucrania, dijo por primera vez que un asistente suyo escuchó a Trump preguntar a otro embajador sobre “las investigaciones” que el día previo había solicitado al mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski. Taylor indicó que hasta hace poco se enteró de la llamada telefónica de Trump con dicho embajador.
Los republicanos respondieron que los demócratas solo tenían conocimiento de segunda o tercera mano de las acusaciones de que Trump retuvo millones de dólares en ayuda militar a la nación de Europa del Este, que ahora enfrenta la agresión rusa. Trump está acusado de tratar de dar ese dinero a cambio de que Kiev investigara al exvicepresidente Joe Biden y el Comité Nacional Demócrata.
La audiencia, la primera televisada a toda la nación, aportó horas de intercambios partidistas, pero hasta ahora no ha habido un momento que se quede grabado en la conciencia pública como para quitar de su cargo al 45.° mandatario estadounidense.
Trump, quien recibió en la Casa Blanca al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, alegó que estaba “demasiado ocupado” para seguir el proceso.
William Taylor, el principal diplomático de #EEUU en #Ucrania, declaró que su personal le dijo recientemente que escucharon a Trump hablar por teléfono con otro diplomático, el embajador Gordon Sondland, en un restaurante. https://t.co/naTHoPK6s3 pic.twitter.com/Bw7OJo1vNd
— Voz de América (@VozdeAmerica) November 13, 2019
En el largo día de testimonio, dos diplomáticos de carrera describieron que hubo confusión dentro de los gobiernos estadounidense y ucraniano sobre lo que Trump quería de Kiev. Taylor declaró junto con George Kent, subsecretario de Asuntos Europeos y Euroasiáticos del Departamento de Estado.
Taylor manifestó que un colaborador le dijo que escuchó una llamada telefónica de Trump con el embajador estadounidense para la Unión Europea, Gordon Sondland, un día después de la conversación por teléfono del 25 de julio que Trump tuvo con Zelenski y que fue la que detonó el proceso de juicio político.
Según lo relatado, Sondland telefoneó al presidente y afirmó que se podía escuchar a Trump preguntando sobre “las investigaciones”. De acuerdo con Taylor, Sondland le expresó al presidente que los ucranianos estaban listos para proceder.
El proceso de juicio político comenzó después de que un informante anónimo presentó una queja por los tratos de Trump con Ucrania, incluyendo una llamada telefónica en julio donde el mandatario le pide a su homólogo ucraniano investigar supuestos actos de corrupción contra Biden y su hijo Hunter, todo mientras Estados Unidos retenía ayuda militar destinada al país europeo.
El presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, inauguró la sesión –que se trasmitió por televisión en vivo desde la sede del Congreso– preguntando si el presidente utilizó su cargo para presionar a las autoridades en Ucrania para beneficio político.
Evaluación de conducta
“La cuestión es tan simple y sencilla como esa”, dijo Schiff. “Nuestra respuesta a estas cuestiones no afectarán solo el futuro de esta presidencia, sino también el futuro del presidente mismo y qué tipo de conducta o mala conducta puede esperar el pueblo estadounidense de su comandante en jefe”.
Es un momento notable, incluso en una Casa Blanca repleta de ellos.
Adam Schiff and Devin Nunes differ in opening statements as public Trump impeachment inquiry hearings begin https://t.co/AXgME2QkBX pic.twitter.com/UXJA1eOiJW
— Reuters (@Reuters) November 13, 2019
Hasta el momento, la narrativa ha dividido a los estadounidenses, prácticamente en la misma proporción que el inusual mandato de Trump. La Constitución establece un drástico, pero ambiguo, parámetro para el juicio político y hasta ahora no existe un consenso de que las acciones de Trump en las que se centra la pesquisa cumplan con la definición de "delitos y faltas graves".
Ya sea que los procedimientos del miércoles sean el principio del final de una presidencia o ayuden a Trump a asegurar el cargo, lo único seguro es que su caótico mandato finalmente ha llegado a un lugar que él no puede controlar y a una fuerza, el sistema constitucional de controles y contrapesos, que no puede ignorar.
El país ha pasado por esto apenas tres veces antes y nunca en el contexto de las redes sociales y los comentarios en estas, incluyendo los del mismo presidente.
“Estas audiencias tocarán temas de profundas consecuencias para la nación y el funcionamiento de nuestro gobierno bajo la constitución”, expuso Schiff, quien describió el proceso como una “tarea solemne” y aconsejó a sus colegas “asumir estos procedimientos con la seriedad y amor al país que se exige”.
“Una completa farsa de juicio político”, tuiteó el presidente.