Washington. Un diplomático estadounidense le dijo al Congreso el jueves que el presidente Donald Trump ordenó que su abogado personal participara en conversaciones del Departamento de Estado con Ucrania y presionó para que se investigara a una empresa vinculada al hijo de su rival Joe Biden.
El embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea (UE), Gordon Sondland, dijo a los comités del Congreso que investigan un posible juicio político de Trump que el mandatario ordenó en mayo involucrar a su abogado Rudy Giuliani en las discusiones de diplomáticos de Washington con el nuevo gobierno del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Trump y Giuliani están acusados de supeditar la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania al compromiso de Zelenski de abrir una investigación sobre los Biden y sobre si Kiev interfirió en favor de los demócratas en las elecciones estadounidenses del 2016, una teoría de conspiración muy extendida, pero ampliamente desacreditada.
“No entendí, hasta mucho más tarde, que la agenda del señor Giuliani también podría haber incluido un esfuerzo para incitar a los ucranianos a investigar al vicepresidente Biden o a su hijo o para involucrar a los ucranianos, directa o indirectamente, en la campaña de reelección del presidente en 2020”, expresó Sondland, según el texto de su declaración.
Según el diplomático, Giuliani enfatizó que Trump “quería una declaración pública del presidente Zelenski comprometiendo a Ucrania a investigar los problemas anticorrupción”.
“Giuliani mencionó específicamente las elecciones del 2016 (incluido el servidor del Partido Demócrata) y Burisma como dos temas de investigación anticorrupción de importancia para el presidente”, agregó.
Biden, vicepresidente de Barack Obama, es uno de los precandidatos demócratas mejor posicionados para disputarle la reelección a Trump en el 2020.
El hijo de Biden, Hunter, ocupó un puesto en el directorio de Burisma, un poderoso grupo energético de Ucrania, durante cinco años hasta abril de 2019.
Sondland, un empresario que fue nombrado embajador después de donar un millón de dólares para la ceremonia de toma de posesión de Trump, buscó distanciarse de la controversia que sacude a la Casa Blanca y que podría terminar en la destitución del mandatario.
“También nos decepcionó la instrucción del presidente de involucrar al señor Giuliani”, expresó en su testimonio.
"Nuestra opinión era que los hombres y las mujeres del Departamento de Estado, no el abogado personal del presidente, deberían asumir la responsabilidad de todos los aspectos de la política exterior de Estados Unidos hacia Ucrania", agregó.
Sondland fue convocado por los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, como “testigo clave” en su investigación para la eventual destitución del presidente.
Ayuda militar condicionada
En otra arista de la presión del mandatario a Ucrania, el jefe de gabinete interino de Trump, Mick Mulvaney, aseveró el jueves que la Casa Blanca vinculó la ayuda militar de Estados Unidos a ese país a la investigación de una versión de que Kiev ayudó a los demócratas en las elecciones presidenciales del 2016.
Mulvaney estimó en rueda de prensa que no había nada de malo en poner esa condición, previamente negada por la Casa Blanca.
Señaló que el propio Departamento de Justicia estaba investigando la acusación de que el Comité Nacional Demócrata (CND) había ocultado un servidor informático en Ucrania que echaría por tierra las afirmaciones de que los rusos contribuyeron a la victoria electoral de Trump hace tres años.
Mulvaney indicó que los casi $400 millones en apoyo militar estadounidense prometidos a Ucrania se congelaron en julio porque Trump no quería darle dinero a un país corrupto.
Esta admisión por parte del jefe de gabinete de la Casa Blanca pareció sumar apoyo a la pesquisa que avanza en la Cámara de Representantes para llevar a juicio político al gobernante por presionar a Zelenski para que abriera investigaciones que pudieran beneficiar políticamente a Trump.