Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló este jueves una esperada cumbre con el líder norcoreano Kim Jong-un, prevista para el 12 de junio en Singapur, al tiempo que anunció la continuidad de las sanciones y la “presión máxima” sobre Pionyang.
“Tristemente, ante la tremenda ira y la abierta hostilidad mostradas en su declaración más reciente, siento que es inapropiado, en este momento, tener esta reunión tan largamente planeada”, expresó Trump en una carta a Kim, divulgada por la Casa Blanca.
Por ello, añadió el presidente estadounidense, “por el bien de ambas partes pero en detrimento del mundo, (la reunión) no tendrá lugar”.
LEA MÁS: Próxima semana se sabrá si hay cumbre con Kim Jong-un, dice el presidente Donald Trump
El gesto de Trump representa un espectacular cambio de rumbo en medio de un proceso de aproximación que tenía en vilo a la comunidad internacional ante la posibilidad real de una solución negociada a las tensiones en la península coreana.
Por su parte, Corea del Norte afirmó que todavía estaba dispuesta a dialogar con Estados Unidos.
“El repentino anuncio de la anulación de la reunión fue inesperado para nosotros y solo podemos encontrarlo extremadamente lamentable”, declaró Kim Kye Gwan, primer viceministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, en un comunicado publicado por la agencia oficial KCNA.
“Reiteramos a Estados Unidos nuestra disposición a sentarnos cara a cara en cualquier momento y en cualquier forma para resolver el problema”, añadió Kim.
La noticia de la cancelación de la reunión se conoció pocas horas después de que la agencia informó de que Pionyang había desmantelado y demolido de forma “completa” un centro de pruebas nucleares, un hecho que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres saludó, aunque lamentó la ausencia de expertos internacionales.
Sadly, I was forced to cancel the Summit Meeting in Singapore with Kim Jong Un. pic.twitter.com/rLwXxBxFKx
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 24, 2018
Guterres también se dijo “profundamente preocupado” por la anulación de la reunión y exhortó “a todas las partes a mantener su diálogo para hallar una vía hacia una desnuclearización pacífica y verificable en la península coreana”.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, dijo que “lamenta profundamente” la decisión de Trump y que “la desnuclearización de la península coreana y la paz permanente es una tarea histórica que no puede ser cancelada o retrasada”.
De su lado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, comentó que sin una cumbre la pacificación de la península será muy “difícil”.
“Contábamos con que fuera un paso importante hacia una distensión en la península coreana y el inicio de una desnuclearización”, dijo Putin en una rueda de prensa.
“Es poco probable que podamos lograr un avance considerable (...) en el proceso de desnuclearización” de la península, agregó.
En tanto, una vocera de la primera ministra británica, Theresa May, señaló su “decepción” por el anuncio y apuntó la necesidad de una “desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península coreana”.
LEA MÁS: Donald Trump sugiere que la cumbre con el líder norcoreano podría ‘ocurrir más tarde’ de lo previsto
De acuerdo con Trump, el mundo en general y Corea del Norte en particular “han perdido una gran oportunidad” de construir una paz duradera. “Esta oportunidad perdida es un momento verdaderamente triste en la historia”, apuntó.
Agregó una velada amenaza a Kim: “Usted habla sobre sus capacidades nucleares, pero las nuestras son tan enormes y poderosas que le pido a Dios que jamás deban usarse”.
Sin embargo, mencionó haber sentido que “un magnífico diálogo se estaba construyendo entre usted y yo, y en última instancia es solo ese diálogo lo que importa. Espero con ansias conocerlo algún día”.
Adelantó luego en la Casa Blanca que las sanciones y la campaña de “presión máxima” contra Pionyang se mantendrá.
LATEST: Video shows purported demolition of North Korea's nuclear test site. https://t.co/vAfpdI49pQ pic.twitter.com/3Jkk1B01Ps
— ABC News (@ABC) May 24, 2018
“Las sanciones, las más rígidas ya impuestas, y la campaña de presión máxima continuarán”, dijo el presidente, quien también advirtió a Corea del Norte que evite eventuales “actos irresponsables”.
Y agregó que su secretario de Defensa, James Mattis, le informó que las fuerzas estadounidenses están “listas” para cualquier eventualidad.
En efecto, el Pentágono indicó que estaba “listo para responder” cualquier provocación de Pionyang.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo ante la comisión de Relaciones Exteriores del Senado que la cumbre tenía pocas posibilidades de éxito.
“No creo que estemos en una posición de creer que podría haber un resultado positivo”, dijo y agregó que los negociadores estadounidenses no recibieron de la parte norcoreana “ninguna respuesta a nuestras demandas”.
En tanto, un alto funcionario de la Casa Blanca afirmó que la negociación se hundió por “una serie de promesas incumplidas” por parte de Corea del Norte.
Según esa fuente, el equipo negociador norcoreano había dado muestras de “una profunda ausencia de buena fe”. Ante ese cuadro, Trump “dictó cada palabra” de la carta de cancelación de la cumbre.
Trump y Kim habían acordado reunirse en Singapur para discutir mecanismos para poner fin a los programas de armas nucleares de Corea del Norte.
En ese proceso de aproximación, Pionyang liberó a tres ciudadanos estadounidenses detenidos, en tanto Kim sostuvo un histórico encuentro con Moon Jae-in en la zona desmilitarizada que divide la península.
Sin embargo, en las dos últimas semanas se hicieron evidentes las divergencias sobre las expectativas de Washington y Pionyang sobre los alcances de la negociación.
Ambas partes protagonizaron además una escalada retórica. Por ejemplo, el vicepresidente Mike Pence mencionó en una entrevista que Kim podría terminar sus días como el exlíder libio Muamar Gadafi. En respuesta, la vicecanciller norcoreana, Choe Son Hui, calificó a Pence de “ignorante y estúpido”.