Nueva York. Donald Trump se presenta este martes ante el tribunal de Nueva York, donde enfrenta una posible condena por desacato debido a los ataques proferidos contra testigos y miembros del jurado durante el juicio penal. Este proceso surge por la presunta ocultación del pago destinado a comprar el silencio de una exactriz porno.
En caso de ser hallado culpable, el candidato presidencial republicano a las elecciones de noviembre enfrentaría una pena de cuatro años de cárcel o una multa. De concretarse, sería el primer expresidente de Estados Unidos en comparecer ante la justicia penal.
El magnate de 77 años está acusado de 34 falsificaciones de documentos contables de la Trump Organization, la empresa familiar, con el fin de encubrir el pago de $130.000 a la antigua estrella del cine porno Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016.
Este dinero se destinó para silenciar a Daniels, quien afirma haber mantenido una relación sexual con el multimillonario en 2006, cuando este ya estaba casado con Melania Trump. Sin embargo, el republicano ha negado estas acusaciones.
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Tras la selección del jurado la semana pasada, el juicio comenzó su fase oral este lunes con la presentación de las acusaciones y el testimonio de los testigos.
La fiscalía de Manhattan ha acusado al magnate de haber “orquestado un plan delictivo” para influir en las elecciones de 2016, en las que derrotó a Hillary Clinton, y de haber “mentido en documentos contables” para “ocultar” dicho plan.
Por su parte, la defensa argumenta que los pagos no fueron ilegales y que Trump es “totalmente inocente”.
Acusan a Trump de ‘mentiroso’
El juez instructor del caso, Juan Merchan, resolverá este martes si el magnate violó la prohibición impuesta en su plataforma Truth Social de atacar o insultar a testigos y jurados.
Durante el primer día del juicio, el 15 de abril, la fiscalía solicitó al juez que impusiera una multa de $3.000 al republicano por las virulentas descalificaciones contra Daniels y su antiguo abogado Michael Cohen, quien se ha convertido en su peor enemigo y será un testigo clave de la acusación.
La fiscalía denunció que Trump reincidió con otras siete publicaciones en Truth Social o en su página de campaña electoral. El candidato republicano calificó a Cohen de “mentiroso en serie” y respaldó las declaraciones de Jesse Watters, comentarista de la cadena televisiva conservadora Fox News, quien sin pruebas aseguró que estaban seleccionando a “activistas progresistas infiltrados que mienten al juez” para el jurado que dictará sentencia.
Al día siguiente de esta publicación, una candidata a jurado desistió por temor a ser reconocida.
Para evitar intimidaciones y hostigamiento, el juez decretó el anonimato de los 12 integrantes del jurado y los seis suplentes, quienes son identificados únicamente por un número.
El juez también prohibió a Trump atacar a los jurados, testigos, personal del tribunal y fiscales, con la excepción del propio juez y del fiscal de Manhattan Alvin Bragg.
Trump considera que dichas prohibiciones son un atentado contra su libertad para hacer campaña y las califica de injustas porque Cohen no tiene reparos en criticarle.
Para castigar un eventual desacato, el juez puede ordenar multas, así como penas de prisión de hasta 30 días.
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“Si este lacayo partidista quiere ponerme en la cárcel por decir la VERDAD abierta y obvia, con gusto me convertiré en un Nelson Mandela moderno. Será mi GRAN HONOR”, había desafiado Trump.
Tras escuchar las alegaciones de la fiscalía y la defensa, el juez tomará una decisión este martes. No obstante, también se la puede reservar.
El juicio se reanudará a las 11:00 a. m. (15H00 GMT), aunque será corto. Concluye tres horas más tarde debido a la Pascua judía, con el interrogatorio del primer testigo de la fiscalía David Pecker, expresidente de la empresa editora del tabloide National Enquirer, quien fuera viejo amigo de Trump y ahora es su enemigo, que compró para enterrar las historias susceptibles de afectar al magnate durante la campaña electoral de 2016.