Washington. A tan solo 10 días del inicio de las primarias republicanas en Iowa, Donald Trump se perfila como el favorito, aunque la sorpresa podría venir de la mano de Nikki Haley y Ron DeSantis.
Tras tres años de abandonar la Casa Blanca en medio de un caos inimaginable y enfrentando cuatro inculpaciones, el expresidente se enfrenta nuevamente a los votantes en este estado del norte de Estados Unidos, que tradicionalmente inicia la temporada de primarias desde 1972.
Trump, junto a sus rivales, busca desbancar al presidente demócrata y recuperar el número 1600 de la Avenida Pensilvania en Washington.
En sus mítines, el exmandatario proclama que mientras Joe Biden esté en la Casa Blanca, “el sueño americano estará muerto”, prometiendo devolver al país “su grandeza”, tal como lo hizo en 2016.
Ventajas de Trump
A pesar de enfrentar acusaciones penales con posibles penas de cárcel, Trump goza de una significativa ventaja sobre sus rivales republicanos, tanto en Iowa como en el resto del país. Su base leal resta importancia a sus improperios y problemas legales, confiando en su olfato político.
Además, cuenta con un ejército de voluntarios que estuvieron distribuyendo material de campaña en todos los rincones de este estado agrícola, incluyendo sus famosas gorras rojas.
El veredicto sobre su desempeño se conocerá el 15 de enero a las 7:00 p. m. hora local, cuando los votantes se congreguen en diversas ubicaciones para elegir a su candidato en votación secreta.
Haley y DeSantis
En la contienda, seis republicanos intentarán bloquear a Trump, pero solo dos parecen tener alguna posibilidad real.
Por un lado, Nikki Haley, exembajadora ante la ONU y única mujer en la contienda, representa la nueva apuesta de la derecha estadounidense. La exgobernadora de Carolina del Sur, de cincuenta años, es una de las pocas candidatas que busca continuar apoyando financieramente y militarmente a Ucrania.
Por otro lado, Ron DeSantis, gobernador de Florida, un conservador con posturas radicales sobre migración y aborto, centró sus esfuerzos en Iowa, contando con el apoyo de la gobernadora del estado, Kim Reynolds.
A pesar de su enfoque, el nivel de aprobación entre la opinión pública disminuyó en los últimos meses, acusándolo, entre otras cosas, de falta de carisma.
Los sondeos predicen que ambos obtendrían alrededor del 11 o 12% de los votos, en comparación con el 60% del expresidente. Aunque los observadores no descartan que alguno de ellos dé la sorpresa y recorte la vertiginosa ventaja de Trump, quien busca una victoria aplastante en Iowa.
Desafíos legales de Trump
Tras las primarias en Iowa, el proceso continuará en New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur. Los 50 estados asignarán delegados para la convención nacional de julio, que determinará al candidato republicano para las elecciones presidenciales de noviembre.
Para Trump, de 77 años, la prioridad es asegurarse la victoria antes de los juicios, algunos de los cuales comenzarán en marzo.
En cuanto al Partido Demócrata, el presidente saliente Joe Biden, de 81 años, debería ser designado candidato en Chicago en agosto, a pesar de las críticas por su edad. Dos candidatos, el congresista Dean Phillips y la escritora Marianne Williamson, intentan desafiarlo, pero las posibilidades de lograrlo son casi inexistentes.