Waco. Investigado por pagos indebidos, Donald Trump encabeza este sábado su primer acto de campaña para las elecciones presidenciales de Estados Unidos en la localidad texana de Waco, escenario hace 30 años de un ataque mortal contra una secta que se enfrentó a las autoridades federales.
El expresidente estadounidense, que había afirmado que sería “arrestado” —hecho que no ocurrió— el 21 de marzo en Nueva York por un caso que involucra a la actriz porno Stormy Daniels, subirá al escenario a para dar inicio a su primer mitin para los comicios de 2024.
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Seguidores del exgobernante con casas rodantes, camionetas y banderas con las frases “Trump 2024″ y su ya famoso lema “Make America Great Again” (Haz Estados Unidos grande otra vez) lo esperan en los alrededores del aeropuerto regional de Waco, una ciudad de 130.000 habitantes al sur de Dallas, donde ofrecerá su discurso.
Las autoridades locales esperan unas 15.000 personas en el evento.
Waco es el “epicentro del movimiento patriota”, según dijo Peter Christian, de 55 años, colaborador de la agrupación religiosa Branch Davidians (Davidianos de la Rama), ahora llamada “The Lord Our Righteousness” (El Señor Nuestra Rectitud).
En 1993, el mundo estuvo pendiente durante 51 días entre fines de febrero y mediados de abril del asedio de la Agencia Federal de Investigación (FBI) a un rancho de los Branch Davidians en Waco en el que se habían atrincherado seguidores armados de su líder David Koresh.
En ese momento, 66 miembros de la secta, incluidos Koresh y 20 niños, fueron encontrados muertos después del incendio del rancho. También murieron cuatro policías durante enfrentamientos con sus seguidores semanas antes.
En el lugar del incidente, donde ahora se erige un memorial que puede ser visitado, flamean las banderas de “Trump 2024″. Allí trabaja Peter Christian.
El equipo de campaña de Donald Trump no respondió a los pedidos de esta agencia sobre la elección de Waco para el encuentro.
El expresidente, también bajo la amenaza de investigaciones sobre la presión electoral que ejerció en Georgia (sureste) en 2020 y la gestión de archivos clasificados de la Casa Blanca, asegura a menudo ser víctima de un misterioso “deep state” (Estado profundo o Estado en las sombras), una afirmación considerada una teoría conspirativa.
Lo quieren “silenciar”
Para Trump, el registro del FBI en su residencia en Florida fue “un abuso de poder”, mientras que las investigaciones en su contra son “una cacería de brujas”.
Su visita a Waco es una reconexión con un público que celebra sus pasos de baile y espera que lance gorras a la multitud. Sus seguidores lo aguardan en un ambiente de fiesta y no creen en las acusaciones que le hacen.
“Con Stormy Daniels no pasó nada, todo está torcido para hacerlo quedar mal porque (...) está derribando a todos los criminales en este sistema de élite y nunca antes se había hecho” dijo a esta agencia Kelly Heath, de 49 años y que lleva una gorra rosa que dice “Trump Girl” (Chica Trump).
Para esta seguidora que viajó desde Georgia, están tratando de “silenciar” a Trump.
Este encuentro de expresidente con Waco le ofrece al republicano la oportunidad de dar un nuevo impulso a su campaña, cuando no todo su partido lo apoya, aunque varias encuestas lo dan como ganador en las primarias.
El multimillonario, insiste en evocar un “fraude” nunca probado en las elecciones de 2020, donde perdió ante el demócrata Joe Biden.
Trump también vio a parte de la derecha —y en particular a sus ricos donantes— poner su atención en una nueva ficha, Ron DeSantis, de 44 años.
El gobernador de Florida aún no se lanzó oficialmente a la carrera pero se perfila como uno de los mayores rivales por la nominación republicana en 2024.
Trump advirtió el año pasado a DeSantis que no se postule, y dijo que si lo hace revelará cosas de él que son “poco halagadoras”.