Washington
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se reúne este viernes con jefes de agencias estadounidenses de inteligencia para conversar sobre las denuncias a Rusia por interferencia en la elección que lo llevó al poder, controversia que consideró una "cacería de brujas".
La reunión tendrá lugar en un ambiente de alta tensión entre los jefes de inteligencia y su futuro jefe, quien no cesa de cuestionar los informes sobre la interferencia de Rusia a su favor, mediante el pirateo y divulgación de correos electrónicos de dirigentes del partido Demócrata.
Escasas horas antes de la reunión, en declaraciones al diario New York Times, Trump dejó claro que la tarea de convencerlo no será fácil.
De acuerdo con el magnate, la controversia sobre la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses no pasa de una "cacería de brujas", porque ignora la capacidad de otros actores –como China– y tiene motivaciones políticas.
"Hace relativamente poco tiempo, China pirateó los nombres de 20 millones de empleados del gobierno", con invasión de los servidores de la Oficina de Administración de Personal en el 2014 y el 2015, recordó el presidente electo.
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"¿Cómo es que ahora nadie siquiera habla de esto? Es una cacería de brujas política", comentó.
Además, Trump sugirió que los derrotados en las elecciones presidenciales de noviembre "están muy avergonzados. En alguna medida, es una cacería de brujas. Solamente se concentran en esto".
No obstante, el presidente electo dijo que no quería "que haya países pirateando a nuestro país. Han pirateado cibernéticamente la Casa Blanca. Han pirateado el Congreso. Somos como la capital mundial del pirateo".
Después de que Trump expresara sus primeras dudas a comienzos de diciembre, el presidente Barack Obama ordenó a la comunidad de inteligencia que preparara un completo informe sobre la interferencia y los ciberataques rusos en las elecciones estadounidenses de noviembre.
Obama recibió el informe el jueves y los jefes de inteligencia tienen programado presentárselo a Trump este viernes.
En el encuentro con Trump está previsto que participen James Clapper, director de inteligencia nacional; el jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Mike Rogers; el director del FBI (la Policía federal), James Comey; y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Brennan.
Trump aseguró al New York Times este viernes que tenía alta expectativa por esa reunión y reveló que Clapper le había enviado una "bella carta" luego de su victoria electoral, y estaba seguro de mantener una buena relación con la comunidad de inteligencia durante su gestión.
Clapper dijo el jueves ante el Comité de Servicios Armados del Senado que tenían "mucha" confianza en las pruebas recolectadas, que apuntan a Moscú.
"Los rusos tienen una larga historia de interferencia en elecciones, en las suyas y las de otros pueblos", afirmó. "Pero nunca habíamos encontrado una campaña tan directa para interferir con el proceso electoral como hemos visto en este caso".
"Se trató de una campaña polifacética" en la que el pirateo informático fue "solamente una parte, ya que también incluía propaganda clásica, desinformación y noticias falsas", dijo Clapper.
Clapper y Rogers, junto al subsecretario de Defensa para Asuntos de Inteligencia, Marcel Lettre, dijeron en un testimonio presentado por escrito que "únicamente los más altos dirigentes rusos pudieron autorizar" esa operación.
Un funcionario familiarizado con el informe ya presentado a Obama y que será entregado a Trump dijo a la cadena CNN que los intermediarios que habrían entregado los correos electrónicos robados por Rusia a la red WikiLeaks ya han sido identificados.
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Además, las agencias de inteligencia estadounidenses interceptaron comunicaciones de altos funcionarios rusos que decían que habían celebrado la victoria de Trump como un triunfo para Moscú, según el diario Washington Post.
Sin embargo, el australiano Julian Assange, fundador de Wikileaks, actualmente refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, reafirmó que Rusia no estaba detrás de los mails de Hillary Clinton filtrados por la organización.
Una versión desclasificada del informe presentado al presidente –con detalles sensibles borrados– será publicada la próxima semana.
"Creo que el público debe saber todo lo que sea posible", dijo Clapper.
Sin embargo, la muy anticipada audiencia del jueves en el Senado no ofreció ninguna evidencia para respaldar las acusaciones contra Rusia.
Cuando los senadores le pidieron que aportara más pruebas, Clapper repetidamente indicó que no podía hacer eso en público, porque podría dañar a las fuentes y operaciones de la comunidad de inteligencia.