Caracas. Edmundo González Urrutia, un diplomático que anteriormente era un desconocido, se convirtió en el candidato presidencial de la oposición en Venezuela. Actualmente, como embajador de la líder opositora María Corina Machado, se enfrentará al presidente Nicolás Maduro el 28 de julio con la meta de lograr “una transición en paz”.
Con 74 años de edad y siendo esta su primera incursión en la política electoral, González declara a esta agencia que asume este “desafío” sin tener “aspiraciones personales”.
“Nunca, nunca, nunca había pensado estar en esta posición”, reconoce con tono pausado este diplomático de carrera, quien ha ocupado cargos como embajador en Argelia y Argentina. “Esta es mi contribución a la causa democrática... Yo hago esto con desprendimiento, como una contribución a la unidad”.
“Este es el momento de lograr una transición democrática en paz para los venezolanos”, agrega.
Aunque destaca su largo historial de participación en las fuerzas opositoras, González permaneció en la sombra hasta ahora.
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Inicialmente, su candidatura fue provisional, a la espera de que la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que reúne a los 10 principales partidos del antichavismo, definiera un nombre para representar a la inhabilitada Machado tras el veto a Corina Yoris, su primera opción.
La PUD decidió el 19 de abril pasado ratificar su postulación, convirtiéndolo así en el candidato de la oposición de manera repentina, aunque manteniendo un perfil bajo.
“Dije, cuando me plantearon esto, que si esta designación era de manera unánime, con el respaldo unánime de todas las fuerzas políticas, evidentemente era un compromiso que iba a aceptar. Y así fue”.
¿Miedo de enfrentar al gobierno?
“Miedo no, pero sí reservas por la inmensa responsabilidad que eso comporta. Estamos en un momento en que este régimen no nos juega muy bien. Para ellos no somos adversarios, sino enemigos”.
“Las circunstancias actuales son desafiantes, pero considero que enfrentarlas es secundario comparado con el reto que nos aguarda. Venezuela requiere abandonar la hostilidad y la polarización política que han marcado los últimos 25 años de gobiernos chavistas”.
‘Relación fluida’
Afirma tener una “relación fluida” con Machado, quien es favorita en las encuestas pero fue marginada del proceso debido a una inhabilitación política.
“No soy candidato de María Corina, soy candidato de la unidad”, aclara González, enfatizando el liderazgo de Machado en este proceso unitario. Según González, Machado será la figura principal de la campaña, que ha estado en marcha durante meses con recorridos por todo el país. Además, el candidato señala que eventualmente podría acompañarla en algunas actividades cuando sea posible.
¿Podrá Machado transferirle la alta intención de votos que posee?
“Ya se está reflejando algo de eso en las encuestas y seguirá aumentando”, responde González. Destaca el esfuerzo conjunto de todos para dar la impresión de una candidatura unitaria enfocada en la transición hacia una nueva realidad política en Venezuela.
“En julio de este año, Venezuela experimentará una nueva realidad política, y el gobierno deberá aceptarla, enfrentarla y tomar las decisiones correspondientes”, afirma González, quien se muestra abierto a una negociación durante el proceso de transición. “Estas son situaciones complejas que debemos afrontar con serenidad, mente fría, precaución y un alto nivel de capacidad de diálogo”, agrega.
Aunque no teme a un fraude electoral, como denunció la oposición en las presidenciales de 2018, asegura que la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) está “preparada para todos los escenarios” y llama a la comunidad internacional a estar “alerta”.
A tres meses de las elecciones, su candidatura se encuentra en una posición delicada, enfrentando obstáculos impuestos por el poder en contra de la oposición. “Nos enfocaremos en una campaña que promueva el reencuentro de los venezolanos y el regreso de los exiliados políticos. La transición implica la recuperación económica y democrática del país”, sostiene González.