Washington. El Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó este viernes una muy editada versión de la declaración jurada que convenció a un juez a autorizar el allanamiento de la residencia en Florida del expresidente Donald Trump.
El texto, que no contiene revelaciones explosivas debido a la gran cantidad de pasajes editados, ofrece una idea sobre cómo Donald Trump mantuvo documentos potencialmente confidenciales en su casa de Mar-a-Lago, en Florida, y sobre la preocupación suscitada en las autoridades por su aparente imprudencia.
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Los investigadores estaban particularmente inquietos por el mantenimiento en una habitación no segura de documentos potencialmente ultrasecretos del país, que incluso podrían poner en peligro a agentes estadounidenses de inteligencia encubiertos.
La orden divulgada explica que las investigaciones comenzaron luego de que la Agencia Nacional de Archivos (NARA), encargada de registrar las actividades presidenciales, señalara en febrero al Departamento de Justicia que había recibido, de parte del equipo de Donald Trump, 15 cajas con documentación que comprendía “archivos altamente confidenciales”.
La investigación abierta entonces por la policía federal confirmó que estas cajas contenían 184 documentos clasificados, incluidos 25 de alto secreto, y llevó a los investigadores a creer que “otros documentos que incluían información altamente secreta de defensa nacional” todavía estaban en Mar-a-Lago.
Estos archivos tan sensibles “no habían sido gestionados adecuadamente ni almacenados en un lugar adecuado”, detalla una carta del Departamento de Justicia a los abogados de Donald Trump citada en el informe difundido el viernes. El 8 de agosto agentes del FBI allanaron la residencia de Mar-a-Lago, incautando una treintena de cajas que contenían una gran cantidad de documentos altamente clasificados.
Interés público
Durante la operación, los agentes registraron 58 habitaciones y 33 baños, según la orden de allanamiento, lo que enfureció a los partidarios del expresidente. Ante el temporal político desatado, el secretario de Justicia debió organizar una muy inusual rueda de prensa en la que aseguró que había “aprobado personalmente” el allanamiento.
Aludiendo al gran interés público por este allanamiento sin precedentes de la casa de un expresidente, el juez federal Bruce Reinhart ordenó al departamento que divulgara los documentos. Pero aceptó los argumentos del departamento de Justicia de que había una necesidad “apremiante” de ocultar partes significativas del documento. Las autoridades esperaron hasta último minuto para cumplir la orden, publicando el documento de 38 páginas al mediodía del viernes.
‘Una nación fallida’
Tras la publicación del viernes, Donald Trump volvió a denunciar en su red Truth Social una “cacería de brujas” y señaló que estos documentos judiciales no contienen “nada” relacionado con lo “nuclear”, como durante un tiempo habían sugerido medios estadounidenses.
“¡En este momento estamos viviendo en un país sin ley, que resulta ser, también, una nación fallida!”, había proclamado más temprano el expresidente republicano. “Dejemos que el Departamento de Justicia se encargue de eso”, reaccionó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el viernes cuando se le preguntó sobre su antecesor.
Al salir hacia su residencia familiar en Delaware, Biden indicó que llevaba consigo documentos clasificados. Pero resaltó que tenía en su casa “un espacio completamente asegurado”. Trump presentó una demanda el lunes instando a un tribunal a nombrar a una parte independiente para revisar los archivos incautados en la redada del FBI y determinar cuáles podrían conservar el sello de “confidenciales”, con lo cual podría potencialmente bloquear el acceso de los investigadores a los documentos.
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La lista de elementos incautados por el FBI, ya hecha pública, incluye numerosos documentos clasificados como “ultrasecretos”. Toda la cuestión es saber de qué tratan. Los investigadores sospechan que el republicano violó una ley estadounidense sobre espionaje que regula muy estrictamente la posesión de documentos confidenciales.
Él aseguró que estos documentos habían sido desclasificados. Trump también es objeto de investigaciones sobre su intento de anular los resultados de las elecciones presidenciales del 2020 y su papel en el asalto de sus seguidores al Capitolio el 6 de enero del 2021. El magnate coquetea con la idea de presentarse a las presidenciales del 2024.