MEXICO. - Bajo el liderazgo del capturado Joaquín "El Chapo" Guzmán, el cartel de Sinaloa impuso su dominio en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos a fuerza de permanentes guerras con otras organizaciones narcotraficantes, que ensangrentaron en los últimos años a México.
En México "el cartel más importante sigue siendo el de Sinaloa. Los otros son mucho más pequeños", dijo a la AFP Samuel González, exfiscal antidrogas de México.
La justicia de Estados Unidos ha acusado al cartel de Sinaloa de ingresar toneladas de marihuana y cocaína que Guzmán adquiría gracias a sus privilegiados lazos en Colombia.
Analistas creen que la captura de Guzmán significa un golpe durísimo para el cartel de Sinaloa, aunque no pronostican su desaparición, tanto por la permanencia en su dirección de narcotraficantes históricos como Ismael "El Mayo" Zambada y Juan José Esparragoza "El Azul" como por su descentralización.
"El cartel no tiene un modelo piramidal. Guzmán no es el CEO (director ejecutivo) de una empresa. Es una de varias personas", sostiene Samuel González.
"No por agarrar a la cabeza se va a desestabilizar la organización. No habrá efecto dominó", augura el exfuncionario.
El cartel de Sinaloa, cuyos tentáculos se extienden por casi 50 países de América, Europa y Asia, se creó tras la captura en 1989 de Miguel Ángel Félix Gallardo "El Padrino", líder del cártel de Guadalajara, quien había puesto bajo su mando a prácticamente todos los grandes capos mexicanos.
Tras la desmantelamiento del cartel de Guadalajara, los lugartenientes de "El Padrino" se repartieron el control de sus territorios en buena parte del país, con la excepción de la costa este, controlada por el también histórico cártel del Golfo.
"El Chapo " Guzmán tomó el poder en la región de Sinaloa, cuna del narcotráfico mexicano con sus extensas plantaciones de marihuana y amapola, y región natal de otros capos históricos como Amado Carrillo Fuentes, el "Señor de los Cielos".
Después de una cruenta pugna con los hermanos Arellano Félix -que asumieron el poder en Tijuana (noroeste), en la frontera con Estados Unidos- Guzmán fue detenido en 1993.
Desde la cárcel logró mantener su influencia y tras su fuga en 2001 recuperó el control del poder en Sinaloa y se lanzó a la batalla por el resto del territorio mexicano.
Guzmán se enfrentó a la organización de los hermanos Beltrán Leyva, antiguos aliados; al cartel de Juárez y a Los Zetas, el grupo creado por exmilitares de élite que desertaron para ponerse al servicio del cártel del Golfo.
Estas disputas por el control tanto de las rutas de tráfico de droga a Estados Unidos como de los los mercados locales generaron una ola de violencia que motivó que el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) lanzara al Ejército a combatir a los carteles.
Más de 70.000 personas fueron asesinadas en el mandato de Calderón en el marco de las pugnas entre carteles. Posiblemente la más sangrienta fue la que protagonizaron los cárteles de Sinaloa y de Juárez por el control de la fronteriza Ciudad Juárez (norte).