Madrid. Con el apoyo de una diversa mayoría que le augura un mandato muy complicado, el líder socialista, Pedro Sánchez, derribó este viernes al conservador Mariano Rajoy en una moción de censura en el Parlamento, y se convirtió en el nuevo presidente del Gobierno de España.
En la votación en el Congreso de los Diputados (Cáámara Baja), Sánchez reunió el apoyo de una mayoría de diputados (180 de 350) a su moción de censura, promovida después de que la Justicia condenó al Partido Popular (PP) de Rajoy en un sonado caso de corrupción.
El rey Felipe VI firmará, en principio este viernes por la tarde, el nombramiento de Sánchez, quien podría jurar o prometer su cargo el sábado.
“Voy a abordar todos los desafíos que tiene nuestro país con humildad, con entrega”, y “voy a hacerlo desde el consenso, con humildad, con mucha capacidad de trabajo”, declaró el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a la prensa, después de seis años y medio de poder conservador en España.
Rajoy se despidió antes del desenlace con una breve intervención en la Cámara, reconociendo su derrota y felicitando a Sánchez por adelantado.
Ha sido un honor ser presidente del Gobierno y dejar una España mejor de la que encontré. Gracias a todos, y de manera muy especial a los españoles y al @PPopular.
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) June 1, 2018
Suerte a todos por el bien de España. pic.twitter.com/8bLRIiFOa1
“Suerte a todos ustedes por el bien de España”, expresó el dirigente conservador, de 63 años y en el cargo desde diciembre del 2011. Tras el resultado, fue a saludar al socialista con un apretón de manos.
Coalición variopinta
Para echar a Rajoy, Sánchez armó una heteróclita coalición con la izquierda radical de Podemos, los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos. En total, ocho fuerzas políticas lo votaron este viernes.
Una opción obligada por la fragmentación de la Cámara, y denunciada enérgicamente por el portavoz del PP allí, Rafael Hernando, quien fustigó una coalición de “extremistas, radicales e independentistas” que “quieren acabar con el proyecto de España”.
Sánchez, licenciado en Economía y de 46 año, reconoció que “por supuesto” tendrá dificultades en su acción de gobierno, que con los 84 diputados de su partido será el más minoritario de la España democrática.
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No obstante, reiteró con un tono optimista su “compromiso con Europa” y la estabilidad macroeconómica, y prometió “estabilizar socialmente este país”, priorizando políticas en favor del medioambiente y de la igualdad entre hombres y mujeres.
Igualmente, reiteró su oferta de diálogo al gobierno independentista catalán entrado en funciones este mismo viernes, lo que augura el levantamiento inminente de la tutela impuesta a la región en octubre, a raíz del intento fallido de secesión unilateral.
“Este gobierno quiere que Cataluña esté en España, y escuchará a Cataluña”, declaró Sánchez.
El PSOE promovió la moción de censura hace una semana, tras conocerse la sentencia judicial de la Gürtel, una trama corrupta consistente en una red de empresas que de 1999 a 2005 sobornaron a cargos del PP para obtener contratos públicos en distintos puntos del país.
La sentencia fue una bofetada para el PP, que no obstante la recurrirá.
El partido conservador fue condenado a pagar más de 245.000 euros como “partícipe a título lucrativo” de la trama. La Justicia consideró probado que hubo una caja B desde 1989, y el tesorero que la administró, Luis Bárcenas, fue condenado a 33 años de prisión.
La votación de este viernes saca del poder a un Mariano Rajoy que en los últimos tiempos sobrevivió a la grave crisis económica de 2008-2013, y al desafío separatista catalán, la peor crisis política en España en cuatro décadas.
Sánchez y su ascensión fulgurante
✊🌹 Un gran día para la democracia. Sale adelante la moción de censura al gobierno de Rajoy. Vamos a trabajar con responsabilidad para recuperar la dignidad que merece nuestro país.
— PSOE (@PSOE) June 1, 2018
Un #GobiernoDeLaDignidad con @sanchezcastejon. pic.twitter.com/vFdTGuOCcd
Consumado el órdago a Rajoy, Sánchez ha completado en apenas un año un recorrido sorprendente: en mayo del año pasado recuperó el liderazgo del PSOE meses después de verse defenestrado por una rebelión interna, y ahora se dispone a presidir el gobierno español.
En su exposición de motivos el jueves prometió que mantendrá los presupuestos de 2018 elaborados por el PP, aprobados hace una semana en la cámara baja y pendientes de tramitación en el Senado, donde los conservadores tienen mayoría.
Un gesto paradójico y destinado a atraerse el apoyo decisivo del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que gobierna esta región del norte de España y arrancó de esos presupuestos un paquete de inversiones en infraestructuras de 540 millones de euros.
Pero dado lo variado de sus apoyos, su mandato se anuncia difícil. Sánchez admitió que “es evidente que tenemos que ir a unas elecciones generales”, y abogó por “que consensuemos ese horizonte electoral”.
La convocatoria electoral es además una exigencia firme del partido liberal Ciudadanos, rival del PP en la derecha y que según los sondeos va viento en popa. Si no hay comicios adelantados, la legislatura terminará a mitad de 2020.